12 noviembre 2010

El balcón


Cuando era niño, solía refugiarse en los silencios de la noche para asomarse al balcón y mirar las estrellas.
Mentalmente, las unía con sus diminutos dedos y jugaba a dibujar en el cielo, seres que otros niños no sabían comprender.


Dibújame un sueño y te daré un mundo, le dijeron aquellos ojos vestidos de luz.

Era tanta la dulzura que éstos vertían sobre él y era tan limpia aquella mirada, que vació el firmamento de estrellas e inventó mil colores nuevos para crear un cielo distinto que sólo ellos supiesen ver.


Hasta que un día, esos ojos se apagaron para él.
Y cuando quiso regresar a su balcón, se dio cuenta de que las estrellas aún seguían allí pero él ya había crecido demasiado y sus dedos eran ya tan grandes que, irremediablemente, las tapaban al intentar unirlas de nuevo para dibujar aquellos seres, que tiempo atrás, sólo él había creído entender.


06 noviembre 2010

Cambio de reglas


Pensaba que jugaba al parchís cuando se dio cuenta de que no era más que un simple peón en un inmenso tablero de ajedrez.
Lo malo no fue que ahora no entendiese las reglas. Lo peor fue que sus ojos se habían acostumbrado tanto a los colores, que ante tanto blanco y negro, sus pupilas sólo supieron ver un eterno horizonte pintado de gris.

 

Sample text

Sample Text

Sample text

 
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...