Presión al límite

A veces, la vida se obstina en complicarse. Sin saber cómo ni por qué, uno se encuentra, de repente, torturado sin piedad por una presión insoportable y sin opción a escapar de ella.
En estos momentos debo cerrar tres proyectos urgentes. La responsabilidad última de dos de ellos recae plenamente en mí y no puedo fallar, porque del éxito de los mismos dependen muchas cosas que involucran a muchas personas. Es por eso que últimamente he descuidado mi maltrecho "Forsialtro...", espacio que tantas veces me ha servido de válvula de escape y, lo que es peor, este es el motivo de mi ausencia de los blogs amigos.
Necesito disponer de todo el tiempo que tengo. Por eso quiero pedir disculpas por haberme ausentado durante estas semanas de tu bitácora.
En unos pocos días todo volverá a la normalidad, pero hasta entonces déjame asegurarme de que cuando regrese, todavía estaréis ahí.