20 mayo 2007

El hombre de las flores

Desde el jardín de al lado le llegó el dulce canturreo de todas las mañanas. Debía tener unos sesenta años muy bien llevados. Era corpulento, fuerte y su pelo canoso y ligeramente largo le conferían un aspecto de galán atractivo y misteriosamente distante. Vivía solo, o al menos eso creía ella, pues desde su ventana nunca le había visto acompañado de ninguna mujer, salvo eso sí, las ociosas vecinas que a menudo lo visitaban para admirar las rosas del jardín en el que éste pasaba horas. Ella, sin embargo, no se atrevía a hablarle. Se limitaba a observarle clandestinamente, durante eternidades, protegida tras la cortina de su ventana. Reía tímidamente sus torpezas, adoraba sus gestos y a veces le susurraba en voz baja, con los ojos llenos de lágrimas, poemas escritos de cuando todavía era una adolescente.
Le encantaba verle hablar con las flores que cultivaba, observar su cuidado exquisito al polinizar las rosas, escribir anotaciones meticulosas en un cuaderno y fabricar los pequeños cartelitos que colocaba sobre los semilleros y donde dejaba constancia de la nueva especie a la que estaba dando la vida.
Con el tiempo ella empezó a amar a sus flores pues las consideraba parte de él. Adoraba la amarilis, pues simbolizaba su belleza, las dalias, que hablaban de su delicadeza, y cómo no, las rosas rojas, la flor que encierra la pasión como ninguna otra.
A veces había coincidido con él en la calle, nada extraño entre vecinos cuyas casas son adyacentes. Cuando eso ocurría su corazón le daba un vuelco, su cuerpo se removía por dentro, bajaba humildemente la cabeza y apenas podía titubear un simple Buenos días, dulcificado por un rubor más que manifiesto en sus blancas mejillas. El, sin embargo, la saludaba amablemente con una espléndida sonrisa que la hacía sentir todavía más insignificante. Entonces ella entraba en su casa, cerraba la puerta a toda prisa apoyando su espalda en ella, y cerrando los ojos intentaba retener y revivir de nuevo cada uno de esos efímeros instantes mágicos, cada uno de los tonos de su voz masculina, el ligero aroma de su piel, indiferente al temblor de sus piernas y al intenso revoloteo de su estómago. Después se torturaba recriminándose su timidez, el no haberle gritado que le soñaba, que deseaba despertar en él, crecer en él, que adoraba sus manos, sus ojos, que lo daría todo por una sola de sus miradas, que era su luz, que era su verdad.
S
u prolongada ausencia fue un infierno. Día tras día, escondida tras su cortina, desesperaba mirando aquel jardín, ahora solitario. Perdió el hambre, perdió la sed, perdió el sueño, perdió el habla. Muerta de miedo, se repetía una y otra vez las mismas preguntas y a cambio recibía una y otra vez los mismos silencios. ¿Dónde estaba? ¿Qué iba a ser de sus flores? ¿Qué iba a ser de ella?
Tras largos días de tinieblas, un ruido la despertó. Rauda, se puso en pie y se colocó al lado de su ventana, tras la misma cortina que durante días había protegido su secreto. Allí la vio. Blanca, hermosa, llena de vida. Una camelia, la flor de la belleza más pura, adornaba con humildad majestuosa el alféizar de su ventana y a su lado una nota, escrita con cuidada caligrafía, que rezaba “Tu sola mirada les dio la vida. Dámela a mí también”. Miró al jardín y allí estaba él. Firme, con su sonrisa tierna, observándola fijamente con ojos emocionados y sosteniendo en su mano una rosa roja a la que besó.

¿Que cómo se llamaban? Preguntádselo a las flores pero me temo que ellas guardarán el secreto, aunque dicen que en los días de Mayo, cuando el manto del anochecer asegura su misterio, en aquel jardín nacen camelias blancas con sus nombres escondidos entre los pétalos.

63 amigos lo mejoraron:

Qalamana dijo...

Oooh! Hermosa historia, me ha encantado, gracias!

Des dijo...

Muy querido Tanhäuser
La historia que nos has regalado me hace recordar uno de mis poemas favoritos de la adolescencia, salvo por el final lleno de promesas y esperanza que le has dado al tuyo... yo también estuve enamorada del seminarista de los ojos negros.
Gracias
Abrazo grande para ti

Anónimo dijo...

Hermoso relato el que me has regalado en esta sobremesa de cena.
Un abrazo y que tengas una buena semana.

Churru dijo...

Chiquillo, eres todo un artista de la palabra. Qué relato mas emocionante...

Nerim dijo...

Una historia hermosa llena de amores secretos, de ternura, de ilusión y de una gran belleza.Cuando la leía por segunda vez, juraría que me llegó el aroma de la camelia y creí oir el hondo suspirar de la dama.

Un beso
Nerim

Mae dijo...

Preciosa historia.
Me ha dado envidia ese jardín lleno de flores.. Me encantaría tener uno, y poder cuidar y mimar las flores como lo hace el protagonista de tu historia. Así yo sería feliz.
Yo me quedo con.. "...cerrando los ojos intentaba retener y revivir de nuevo cada uno de esos efímeros instantes mágicos, cada uno de los tonos de su voz masculina, el ligero aroma de su piel, indiferente al temblor de sus piernas y al intenso revoloteo de su estómago..." creo que describe perfectamente lo que todos alguna vez hemos sentido...
un beso.

Anónimo dijo...

Cuánta ternura, es precioso.
Sigues superándote con cada post que nos regalas.Gracias :)

Un besuco

Isa Segura B. dijo...

No necesitan nombre, tienen el color de las flores.
Bonita historia.
Saludos.

alida dijo...

Que bella y hermosa historia, el lenguaje de las flores es espectacular
Saludos!!!

Arbillas dijo...

Precioso.

Un beso.

Charlie Jiménez dijo...

Maravilloso amigo mío. Es increiblemente hermoso ver crecer las flores y ver los agradecidas que son, como devuelven con su belleza los torpes cuidados que les damos. ¿tú crees que ellas piensan? quizás sí; yo creo que más que pensar sueñan, sueñan con ser regaladas algún día con amor.

Un abrazo, bonito relato.

Marta dijo...

Que texto tan precioso. Igual esque soy una sentimentaloide pero me ha emocionado. Ojalá nunca perdiesemos esa capacidad para sentir que tiene la mujer del texto.

Por cierto, estamos bien o eso creo pero mi ausencia se debe a que no hemos estado bien del todo. Llevo un més de baja y estoy ya deseando salir a la calle a interactuar con la especie humana!

Ana dijo...

Qué bonito!!
Cómo me gustan los finales felices, con flores y todo, qué bien te ha quedado!!
Felicidades.
Un beso.

Gwynette dijo...

Parece una história escrita por una mujer -con todo lo que comporta de ternura y esa palabra que me cuesta un poco decir:sensibilidad-
Mira.. me ha dado un escalofrío ! :-)

Carinyets de carxofa

La Dulce Luna dijo...

Tan,...estimado Tan; con tu permiso, querido Tan. Sí, hoy me he emocionado al leer tu relato.Madre mía, ¡qué ternura!, ¡qué entrega!, ¡qué amor no sabido!,¡qué...!, qué....!.
Es tan hermoso contar una historia de amor en un entorno de flores!!!. Te lo juro, me ha llegado al alma.
Gracias, hoy te doy las gracias más sentidas por este regalo que me he encontrado en tu casa.
Me voy con una lágrima en la mejilla, pero con el corazón conmovido.
Dulce noche

PD: ¿Eres tan entendido en flores?

. dijo...

"Entonces ella entraba en su casa, cerraba la puerta a toda prisa apoyando su espalda en ella, y cerrando los ojos intentaba retener y revivir de nuevo cada uno de sos efímeros instantes mágicos..."
Sigue soñando Tanhäuser y permitiéndonos soñar despiertos al resto mientras leemos de tus escritos.
Hermoso tu y el relato.
Besos de buena noche

Miss Missing dijo...

¿Sabes? Cuando ya llevaba la mitad, iba pensado: que termine bien, que termine bien, por favor, venga, va que termine bien, que termine bien...
Porque es una historia tan bonita que tanto un final feliz como un final triste le vendría de maravilla. Menos mal que termina bien, para finales triste ya está la vida.
Un beso guapo.

Yessi dijo...

Hermosa historia que hace soñar a cualquiera, me siento feliz al haberme hecho participe de ella, pues fue como si tus palabras me transportaran.

Besos y abrazos

Angeles dijo...

Que buenísimo texto!
Bravo! si hasta sentí el aroma de las flores.

Abrazos.

MABANA dijo...

Que texto!!....que maravillosa manera de transportarme a lo que pude ser la ilusión de un amor!!

Repito y recontra repito ERES GENIAL!!

Tendré que buscar en los sinónimos otros calificativos superiores xq parezco disco rallado contigo....

Y si no los encuentro, inventaré uno, tenlo por seguro!!

Eres algo extraordinario..aplaudo de pie...te lo prometo!!

besitos mi lindo amigo!!

Max dijo...

Que precioso relato, al que has dado vida y aroma con las palabras y flores elegidas.
Cuanta sensibilidad. Que encanto.

Jesús dijo...

Amigo mío: qué ternura , cuanta poesía en tu escrito!. Es curioso que mucha gente cree que poesía es entrelazar unos cuantos versos a veces inconexos rimados rodolins...pero ..No se dan cuenta de la poesía que puede encerrar un escrito tan tierno y tan romántico como este tuyo?
Ah , amigo también ese puede leer e intentar reflejar aunque sea sólo una pequeña parte de tu ternura.
Revisa tu correo y compruébalo.

Lágrimas de Mar dijo...

Me ha encantado, realmente una historia preciosa.
El amor es algo único a cualquier edad.
Gracias por pasar por mi espacio.

Las lagrimas son agua y van al mar.

MORGANA dijo...

Belle histoire, cher ami.
Baisers fleuris.

Mandarina azul dijo...

No sé cuál me gusta más. Si el tanhäuser irónico, si el niño, si el divertido, si el romántico... ¿Todavía tienes más?

Un beso :)

. dijo...

Es una bonita historia muy bien narrada.
Un saludo.

Tanhäuser dijo...

Qalamana.
¿Gracias? Gracias a ti por venir, amiga mía y gracias también, por tus palabras.
Un abrazo.

Des.
¿Tu poema de la adolescencia no tenía un final feliz? A mí, los finales tristes me suelen gustar más porque nos hacen pensar y añaden un punto de nostalgia o de derrota que nos hace poner los pies en el suelo muchas veces.
¿Un seminarista de ojos negros? Vaya, eso sí que tiene su miga.
Besos, querida amiga.

Itoitz
Y hermosas tus palabras, querido amigo bilbaíno, en este atardecer mediterráneo.
Gracias por venir y por tu paciencia al leerlo.
Un abrazo.

El churruán.
Y a mí que me parece un poco rosa chicle. No sé.
Gracias Churru y nos seguimos leyendo.
Un abrazo.

Nerim.
Siempre son héroes aquellos que desde el silencio aman a los seres tiernos y hermosos. Ella se llevó su merecida recompensa.
Huelen bien la camelias, ¿verdad?
Un abrazo, querida amiga. ¿Qué tal va todo?

Mae Ferlo.
Las personas necesitamos tener en nuestros hogares pequeños pedazos de naturaleza. Eso nos devuelve un poco de la cordura que perdemos entre tanto asfalto.
¿Has sentido alguna vez lo mismo que ella? Esa sensación es, seguramente, la más humana de todas.
Besos

Peca.
Me halagas inmerecidamente, Peca, pero las palabras que me has escrito, ya no te las devuelvo porque son mías. Santa Rita, Rita,...
Gracias a ti.

Isa.
Eso es. ¿Para qué un nombre? Se tienen a ellos y con eso es suficiente.
Un abrazo y muchas gracias.

El Analista dijo...

Mi amigo, que pedazo de relato nos has regalado, debo admitir que me hubiera hasta enojado si el final hubiera sido diferente, la vida también tiene finales felices, es bueno dejarlos representados

Tanhäuser dijo...

Alida.
Cuántas historias bellas habrán empezado con una simple flor, ¿verdad?
Un abrazo

Arbillas.
Gracias, Arbillas. Me alegro que te haya gustado.
Besos

Karlos.
A mí me gustan mucho las plantas y reconozco que soy, como tú bien dices, un manazas, pero a veces uno tiene la sensación que ellas se hacen cargo y a pesar de mis malos cuidados, se empeñan en hacerme la vida más agradable y en regalarme su esplendor.
Un abrazo, querido amigo.

Yedra.
Ante todo, no te preocupes por nada. Supongo que todo el mundo te calienta la cabeza con consejitos (de los cuales no hay que hacer ni caso), pero mi experiencia me dice que los primeros mese son un poco chunguillos. Supongo que el desmadre hormonal que tiene tu cuerpo altera muchas cosas.
Fíjate que no te veo yo como sentimentaloide, más bien al contrario. Te veo más bien como una mujer comprometida, con las ideas claras y con mucho que mostrar al mundo.
Yo no perdí la capacidad de sentir y creo que nadie lo hace.
Un gran abrazo y cuídate, ¿vale?

Un árbol.
Eso es porque no te he escrito la segunda parte, que es triste y cuyo final es amargo, pero no te lo voy a desvelar (es broma).
Gracias, Árbol. Que por cierto, ¿crecen flores entre tus ramas? Nunca nos has desvelado de qué especie eres.
Besos

Dragonfly.
Tú que me lees con buenos ojos. Últimamente se te ve nostálgica pero con mucha esperanza. ¿A que sí?
Besos

Gwynette.
El que yo haya escrito algo y que me digas que parece escrito por una mujer me sabe a gloria. No te puedes ni imaginar lo que me ha gustado.
Ojo con los escalofríos, a ver si te vas a acatarrar, jejeje.
Muchísmas gracias, carxofeta. Un gran abrazo.

La Dulce Luna.
Por supuesto que tienes mi permiso, querida amiga mía (¿ves? yo no te he pedido permiso a ti).
Me conmueve lo que me escribes, te lo aseguro. A veces, según el estado de ánimo que tengamos, hay historias o relatos que nos llegan especialmente adentro, ¿verdad? A lo mejor responde a eso tu reacción.
Y sí, de flores sé un poquito y además me gustan mucho.
Un abrazo enorme, Luna y gracias, muchas gracias.

Anónimo dijo...

No sé si lo habrás hecho a propósito pero, ¿sabes que hoy es Santa Rita? jajaja. Todas tuyas.
Un beso

IMAGINA dijo...

Qué bellos esos amores que se conectan desde las miradas y no esperan otra cosa que eternizarse en el aroma de las flores.
Y qué bien que alguien cuenta esas historias como lo haces tú.
.)

Polvorilla dijo...

Es una hístoria muy tierna ,llena de delicadezas y sutilezas, gracias por regalarnos un pedazo de armonía y pasión.

Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

En fin Tanhäuser....¿qué decir? ¿Emocionante? Si, creo que ese adjetivo es perfecto.

mummott dijo...

cuánta ternura y belleza

un saludo

mummott dijo...

cuánto amorrrrrrrrrrr

Carolina dijo...

Yupiii1 Me encantan las historias que terminan así, odio las historias tristes. Jeje

Un abrazo enorme Tanhäuser ;D

Pau dijo...

Créeme, Tanhäuser, que yo necesitaba leer este cuento desde hace tiempo. Es una de las cosas más bonitas que he leído últimamente. Un beso.

maite dijo...

jolin!!! que preciosidad...cuántas historias nos perdemos por no hablar a tiempo...

Laura Escuela dijo...

me he emocionado. Me he emocionao, chico, qué bien escribes, es precioso, es una historia preciosa,delicada, dulce, hermosísima. Me la guardo, si no te importa. Realmente genial, un enorme placer leerte.
Gracias por esto

Tanhäuser dijo...

Nekane.
Qué difícil es trazar la frontera entre los sueños y las invenciones, ¿verdad, amiga mía?
Muchas gracias por tu manera de sentir. Tus palabras son un auténtico regalo.
Besos

Miss Missing.
Pues fíjate que estuve dudando sobre cómo hacerlo acabar. ¿Sabes? A mí me gustan los finales tristes en las historias. Si te fijas, son de esos de los que nos acordamos y los que nos hacen pensar más. Pero eso sí, dejemos la tristeza para las historias. En la vida real, mucho mejor los finales felices.
Besos, guapa.

Yessi.
Pues si te ha hecho feliz, me doy por más que satisfecho, querida Yessi. Muchas gracias por pasarte por aquí.
¿Qué tal la familia?
Besos

Perséfone.
¿Verdad que huelen bien? Y sobre todo aquellas que vemos crecer día a día gracias a nuestros cuidados.
Un abrazo enorme, amiga mía.

Mabana.
Mi querida Mabana, qué amable eres. No inventes adjetivos nuevos pues si con éstos ya me ruborizaste, imagínate lo que me podría pasar.
Gracias una y otra vez.
Muchos besos y dime, ¿el perrito cómo se comporta?

Max.
Tus palabras sí que son hermosas, Max, y si me lo permites, creo que no las merezco en absoluto. ¿Te gustan las flores? Seguro que sí.
Un abrazo

Jesús.
Coincido contigo en que poesía no es una sucesión de versos que en apariencia suenan bien, pero que en muchas ocasiones dicen poco o nada.
Como sabes, recibí tu correo y te agradezco muchísimo tu trabajo. Es espléndido.
Muchísmas gracias por tu siempre amable visita, Jesús. Es un auténtico honor.
Un abrazo.

Lágrimas de mar.
Es verdad. No existen amores viejos ni jóvenes, sólo almas que se necesitan y se sienten.
Un abrazo y muchas gracias.

Morgana.
Souviens, ma chère amie, le seul remède contre la folie c'est l'innocence des faits.
Merci beaucoup puor tes mots.
Baisers.

Tanhäuser dijo...

Mandarina Azul.
¡Hombre claro! Un pedazo de repertorio que no veas. Tengo al Tanhäuser patoso, al sabio, al cascarrabias, al mudito y a tres más. ¿Qué te parece? Lo que pasa es que un cuentista me los robó para hacer no sé qué historia de una manzana y un príncipe.
Besos.

Bohemiamar.
Gracias Bohemiamar. Te agradezco muchísimo tus palabras y tu visita.
Un abrazo

El Analista.
Veo que coincides con Miss Missing. Pues sigo pensando lo que le he dicho a ella, que las historias que no acaban como esperamos son las que recordamos siempre pues nos impactan más. ¿No te parece?
Un gran abrazo, amigo mío.

Rita.
Te contesto un día más tarde, pero te aseguro que no lo sabía. De todas formas seguro que Santa Rita estará de acuerdo conmigo que tus palabras ya son mías.
Yo es que no estoy muy puesto en el Santoral, salvo los santos más populares (San Juan, San Jorge, Santiago,...). Pero tengo entendido que el hay un día dedicado a los santos Puto, Feo y Joel. ¿Te imaginas ponerle Puto a un hijo? Casi prefiero llamarle Felipe de los Herpes Amorcillados o algo similar.
Besucos

Imagina.
Guau, qué bonito. Amores que nacen de miradas y se eternizan entre aromas de flores. Lo bordaste.
Lo que es bello es que alguien viva esas historias. Quién sabe, cuántas de éstas se hicieron realidad.
Un abrazo enorme.

Polvorilla.
Mmmm, qué bonito. ¿De verdad viste armonía? Quizá sí. Lo que yo veo sobre todo es una agradecmiento enorme y un rubor por las palabras con que honras a este espacio, Polvorilla. Muchas gracias, de verdad.
Un abrazo enorme para ti también.

Javi Brasil.
Querido Javi, sólo se emocionan aquellos que sienten, tal y como adivino que te ocurre a ti.
Gracias, amigo.
Un fuerte abrazo.

Núria.
Gracias Núria por tus palabras y por visitar este espacio. Me gustaría poder contar con tu presencia todas las veces que lo desees. Quiero que sepas que tienes las puertas abiertas de par en par para ti.
Un abrazo

Carolina.
Vaya, ya tenemos a Miss Missing, a el Analista y ahora a ti opinando lo mismo sobre los finales felices. La vida está llena de horrores como para que encima añadamos algunos más, ¿verdad Carolina?
Un gran abrazo para ti también.

Pau.
Uffff. No veas qué subidón me ha dado al leer tus palabras, Pau.
Quizá la escribí porque la necesitabas. Ya sabes que las musas siempre hacen de las suyas.
Besos, amiga mía y muchísmas gracias. Cuídate.

Maite.
Es cierto lo que dices. Cuántos silencios han sido culpables, ¿verdad?
Jo Maite, muchas gracias, créeme que te agradezco un montón lo que dices y sobre todo tu amabilísima visita.
Un abrazo.

Lau.
¿Importarme? ¿Eres consciente del regalo que me haces al decirme eso?
Lo que es un enorme placer es poder contar contigo por aquí, Lau. Ni te imaginas lo feliz que me haces.
Gracias a ti.
Un grandísimo abrazo.

AiguaMel dijo...

Solamente quería comentarte que había pasado y leído con fruición la historia de la camelia, tierna y dulce, nostálgica y añorada.

Un abrazo, Tanhäuser

Le Mosquito dijo...

¡Oooh!
Sólo quería escribir "¡Oooh!" para expresar mi emoción, y esta ha sido doble al ver que el primer comentario a esta entrada, de "qalamana", comienza con la misma admiración.
:-O

Anca Balaj dijo...

Es que en el fondo eres un romántico...

Un beso

M dijo...

Un placer leerte. El nombre de todas las flores.

Tanhäuser dijo...

Aiguamel.
Gracias, Aiguamel. Siempre es un placer tenerte por aquí.
Un abrazo.

Aminúscula.
¿Yooo? Eso no es verdad, te lo aseguro.
Besos

Viuda de Tantamount.
Un placer para mí recibirte, amiga.
Un abrazo

Ana dijo...

Sí, crecen flores entre mis ramas.
Y en alguna ocasión, algún capullo ;)

Especie extinguida, me temo.
Soy el árbol de la ciencia del bien y del mal.

TOMAYÁ!!
Beso.

Gloria dijo...

Que texto tan romantico y tierno de esa pluma tuya que tiene tantas facetas. Hermoso final, un amor silencioso y correspondido no es algo comun.., la edad y la pasion de tus personajes me conmovieron mucho. Un abrazo admirado.

Manuela Fernández dijo...

QUÉ BONITOOOO ¡¡¡¡ Me encantan las historias con finales felices.

Tanhäuser dijo...

Un árbol
Oigsss, qué cosas dices. Ruborisssadito me tienesss.
Bien por lo de la Ciencia del Bien del Mal. Yo también soy de Ciencias.
Besos

Azul Caleidoscopio.
Gracias Azul. Me enorgullece mucho que me digas que te conmovió precisamente la edad de los personajes. Serán felices, ya lo verás.
Un abrazo agradecido para ti.

Manly.
¿Feliz? Resulta que cuando se fueron un tranvía los atropelló pues resulta que él tenía un ojo de cristal que al caérsele hizo descarrilar al susodicho transporte público. Una faena.
Que nooooo, que era broma.
Un abrazo, Dama de agua.

El Analista dijo...

Es para pensar y mucho mi amigo, algunas que acaban como no esperamos son recordadas, pero otras, muy importantes, son mas y mejor recordadas aún por haber terminado de la manera, quizas mas que esperada, deseada, creo que es todo un tema en si mismo estas reflexiones.

Isabel Barceló Chico dijo...

Una historia de amor preciosa. ¿Por qué será que cuando florece el amor entre personas mayores nos parece más hermoso? Besos, querido amigo.

Dulcinea dijo...

....historia preciosa....

me gusta tu guarida¡¡¡, ya volveré,

Verena Sánchez Doering dijo...

que hermoso lo que escribiste, el aroma de las flores llega al alma y tus letras tambien
te dejo muchos cariños y que estes bien
besitos


besos y sueños

bajamar dijo...

qué lindo relato...atemporalizado, ella un jardín sin edad, sin nada más que ojos y ternura...él, un amable misterio jardinero

camelias en flor, y un dulce final

ojalá siempre fuese así

un beso Tanh...

Zebedeo dijo...

Bonita historia floral. Hasta un jardinero necesita que lo rieguen con amor.

Tanhäuser dijo...

El analista.
Sí, quizá deberíamos hacer un articulito sobre ello. No sé, ciertamente, yo no lo tengo claro.
Un abrazo, amigo.

Isabel.
Él era mayor, ¿pero ella? Quién sabe, a lo mejor no. ¿Tú que crees?
Gracias Isabel. Sabes que es un honor para este espacio contar con la presencia de una mujer tan llena de talento como tú.
Besos

Dulcinea.
Vuelve cuando quieras. Estás en tu casa y me esmeraré ppor hacértela lo más confortable posible, te lo aseguro.
Gracias por tus palabras y por poder contar con tu presencia.
Un abrazo.

Freyja.
Gracias, amiga mía. ¿Sabías que el aroma de las flores sólo llega a las almas nobles? Quizá, si te llegó ese aroma no fue por culpa del relato sino por ti.
Besos

Bajamar.
Bello es tenerte aquí siempre, sin falta y aportando ese punto de vista mágico con que siempre me honras.
Gracias y besos.

Zebedeo.
Claro que lo necesitan los jardineros y los poetas y los analistas de sistemas... Todos, amigo mío.
Un abrazo, amigo y muchas gracias por tus palabras y por tu amable visita.

Marisa Sonrisa dijo...

Pues si que tengo un día tonto,¿ no se me ha metido algo en el ojo mientras te leía?.
Bellisimo.
besos

Tanhäuser dijo...

Si es que hoy hace viento y está el ambiente lleno de arenilla, así que no te eches la culpa.
Un beso para ti y muchas gracias.

@Intimä dijo...

Tanhäuser, no sé como he podido tardar tanto tiempo en leerte, pero sé a ciencia cierta que me gusta leer los blogs detenidamente no deprisa y corriendo así que hoy me dediqué a leer lo atrasado.
Y has erizado mi piel con este relato tan tierno y hermoso, el románticismo vive dentro de mi, y tú has conseguido dejarlo al desnudo con tus palabras.
Un beso y sigo leyendo.

Tanhäuser dijo...

Gracias, sensible darilea. Sé que los sentimientos en ti, están a flor de piel y que poca gente como tú sabe expresarlos con tanta precisión y belleza.
Besos

MORGANA dijo...

Qué hermoso paseo por tu espacio, me pararé ante tal fragancia de amor. De corazón te digo, es una delicia volver a leer cada post tuyo, gracias por compartir tanta dulzura.
Muchos besos, tienes un alma generosa.

Tanhäuser dijo...

Lo que es una delicia es tenerte aquí, Morgana, te lo aseguro.
Tus palabras demuestran que el alma generosa habita en ti.
Besos agradecidos.

 

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