27 marzo 2007

Lágrimas de papel

El bibliotecario abrió la caja esbozando un fastidio pues ya empezaba a ser tarde y quería irse pronto a casa para cenar. No le gustaba la política del director que le obligaba a archivar y comprobar todas las donaciones que recibían. Es cierto que en ocasiones llegaban auténticos tesoros escondidos en la colección personal de algún erudito, que al morir, legaba sus libros a la Biblioteca para que sus herederos no hiciesen un mal uso de ellos. No obstante, lo normal era recibir colecciones, sin valor alguno, de novelas que ya estaban catalogadas en su centro y que le obligarían a listar para probar fortuna en el intercambio con otras bibliotecas con las que mantenían contactos mensuales. Si algo le fastidiaba era cambiar libros a peso, tal y como hacían en muchas ocasiones, pues lo habitual era que el contenido de estos trueques fuesen obras ya repetidas y que nuevamente deberían incorporarse al eterno proceso de volverlas a cambiar.
El fardo que había recibido era bastante grande y pesaba mucho. Dos hombres, con mucho esfuerzo, lo habían dejado en el sombrío cuarto donde trabajaba. Un lugar demasiado oscuro para la tarea que allí se realizaba, desordenado al extremo y alumbrado por una lámpara colgante que proyectaba su luz justo sobre la mesa donde gravitaba la donación del día.
Al abrir la caja, empezó a sacar los primeros volúmenes. Aparecieron algunas novelas repetidas hasta la saciedad en las estanterías del cuarto. Por un lado se alegró, pues eso le evitaría bastante trabajo al día siguiente, pero por otro sintió una rabia enorme por verse obligado a perder el tiempo por hacer algo que se le antojaba inútil. Poco después aparecieron libros que parecían más antiguos e interesantes. Una tabla de logaritmos de un tal F. Callet, sin duda, adquirida en algún anticuario y que habría pertenecido a algún marino, un Tratado de Física datado en 1856 y escrito por un tal A. Ganot, un atlas de Zoología en tres volúmenes enormes con láminas de papel de seda e ilustraciones maravillosas y una edición preciosa del “Principia Mathematicae Philosophiae Naturalis” de Newton con fecha del siglo XIX. Vaya, pensó, un amante de las Ciencias. No era habitual recibir este tipo de libros en una biblioteca de tendencia religiosa pues los donantes de estas obras solían escoger academias o universidades.
Estornudó varias veces a causa del polvo que albergaban los diferentes tomos que iba extrayendo y se sonó con el polvoriento pañuelo que guardaba en su sucia bata azul. Cuando terminó cogió la caja de cartón para llevarla a la basura pero observó que el peso de ésta era mayor que el esperado. Volvió a mirar en su interior y se percató que todavía quedaba un libro. Al cogerlo se dio cuenta que de hecho era una libreta encuadernada con una espiral metálica negra, cuya portada era un cuadro que había visto en alguno de los libros de arte que había catalogado alguna vez y que representaba la mirada serena de una mujer de pelo negro y vestido blanco tocado con un chal rojizo.
Retiró la goma que evitaba que se abriesen las páginas, como tratando de que no se vertiese el contenido que albergaban y empezó a ojearlo. Leyó alguna de las frases que el autor había escrito con letra clara y tinta azul. En primera persona le hablaba a una mujer de gaviotas, de vientos de mar, de momentos robados a lo eterno, de miradas, de suspiros, de noches en vela, de frases secretas, de cartas de amor… Se enfrascó en la lectura y al hacerlo notaba cómo aquellas ordenadas letras cobraban vida, se movían y se introducían en su alma haciéndole sentir una mezcla de dicha y de dolor.
Pasaron dos horas hasta que al fin llegó a la última página. Sólo contenía una frase y una pequeña mancha en medio, como si hubiese caído una gota de rocío que luego se hubiese secado. “Te amo tanto, mi luz, que me duele hasta el alma”.
El bibliotecario suspiró, cerró los ojos mientras una lágrima se deslizaba por su mejilla y caía para acompañar a la que años atrás se había vertido en aquella página para acabar convirtiéndose en testigo perenne de aquella historia perfecta, para terminar siendo el testimonio de aquella eterna historia de amor.

42 amigos lo mejoraron:

Mandarina azul dijo...

Vaya. Lo que has escrito me trae el olor del papel, del olvido y de la memoria al mismo tiempo, de los secretos, y de la sal del mar y de las lágrimas.

Me ha gustado mucho.

Un besote :)

Umma1 dijo...

Me gustaría saber Tanhaüser, qué hizo el bibliotecario con la libreta una vez que la cerró.

Está tan bien narrada. Debés saber, seguramente, que esto que contás, pasa con cierta regularidad en las bibliotecas. Cartas de amor, viejas postales, emociones que se evaporaron, pero quedan entre las páginas de unlibro, quizás con la esperanza de sobrevivir los tiempos.

modes amestoy dijo...

que maravilla encontrar un misterio dentro de un libro. Ojos llorosos y emocionados en elbibliotecario que podríamos ser todos.
Un saludo

Abir dijo...

De cómo un trabajo que parecía rutinario puede convertirse en apasionante en un abrir y cerrar de ojos (o de cajas!).
Como siempre un texto conmovedor.
Besos,

Miss Missing dijo...

Me gusta la idea de lágrima sobre lágrima, ver que bibliotecario se conmovió con el mismo texto con el cual el autor también lo hizo.

Me encataría que me leyeras ;). Así lo haré yo.

Besos.

alida dijo...

Muchas veces esa libreta, que esta en el fondo, nos dice tantas cosas que no hace suspirar y hasta una lagrimita nos hace derramar
Saludos por tus bellas letras

El Analista dijo...

Solo podria decir mi apreciacion, me encantó la historia, como siempre es un placer leerlo

MORGANA dijo...

Una pequeña frase con un gran sentimiento.
Bellisimo relato amigo.
Muchos besos*********

Anónimo dijo...

hermoso relato; lagrima sobre lagrima...
Dicen que existen dos especies de lagrimas en los ojos de una mujer: De verdadero dolor y de despecho.

Jesús dijo...

Derramar lágrimas es a veces tan bonito !!!!
Gracias amigo por porvocar las más tiernas

abi dijo...

Hermoso... y bueno, ya me gustaría a mí tener los Principia también ;)

Susy dijo...

Me trae a la mente tu relato, aquello de que un ser es un misterio dentro de un enigma... y vuelta a empezar.
Muy bueno, de verdad.

AiguaMel dijo...

Saber decirlo en el momento justo a la persona adecuada y si no es la adecuada,... esperar que hayan otras,... el silencio mata. Me gustaría saber si esa frase:

"Te amo tanto, mi luz, que me duele el alma"

Llego a la persona a la que estaba dirigida.

bajamar dijo...

A medida que entra en la caja uno también lo va haciendo...y a medida que aparecen los libros una también se va sorprendiendo...es un final triste, si, pero un viaje muy aluscinante...

un beso

p.d: me imaginé que iba a firmar ese diario epistolar un tal neruda o un tal gustavo, para un bahido del sorprendido y agradado bibliotecario :)

Muy bueno tu relato

otro beso

Anónimo dijo...

Quiero leer ese libro...

Piel de...*

P.D. tengo flojerita de buscar mi identidad... tu sabrás perdonarme.

Manuela Fernández dijo...

Lo que se escribe a través del sentimiento es lo que llega. Y no tiene por qué ser firmado por alguien que tenga renombre literario.
Alma tenemos todos, sólo hay que saber dejarla hablar y que dicte a nuestra mano.
Ya, es difícil, pero a veces, hay quien lo consigue.

Anónimo dijo...

Sí que es tedioso a veces rebuscar en tre lo antiguo pero sin demasiado valor...pero la verdad es que vale la pena por las veces que encuentras pequeños tesoros...y no me refiero a algo valioso por caro, sino porque simplemente te llega a tocar el alma...independientemente del valor económico.
Un abrazo.

Maripuchi dijo...

¿No es el amor perfecto el sueño de un ser humano?

Qué bonito escrito, Tänhauser. Gracias.

Tanhäuser dijo...

mandarina azul.
Qué hermoso lo que dices.
hace unos años me tocó hacer la PSS en un Biblioteca bastante importante donde se albergaban auténticos tesoros. Me encanta pasar las hojas de libros antiguos y sentir que era el primer humano que abría esas páginas cerradas durante muchos años.
Un besote para ti.

umma1.
¿Qué hizo? Vivirla, claro está. Los testimonios de las vidas pasadas son el camino de las vidas futuras.
Sí, tienes razón. Muchas veces, en las páginas de libros viejos se encuentran cartas escondidas que años después alguien hace suyas.
Un gran abrazo, querida amiga.

modes amestoy.
Cuando menos lo espera uno, encuentra aquello que busca o aquello que necesita. Quizá aquel hombre necesitaba leer algo así para entender muchas cosas y por ello se emocionó.
Un gran abrazo, amigo.

abir.
Ójala nos pasara a todos algo así. Que nuestras vidas se viesen conmovidas por la historia pasada de un corazón bueno.
Besos, amiga mía y como siempre, gracias por tu amable visita.

miss missing.
Hay sensaciones o sentimientos que son eternos y que pase el tiempo que pase provoca la misma reacción en los corazones nobles.
Te leo desde hace más tiempo del que crees y ten por seguro que lo seguiré haciendo con muchísimo gusto.
Besos para ti también.

maría.
Ufff, me he sonrojado al leerte.
Me encantan los libros antiguos de Ciencias. recuerdo que una vez vi uno de Ingeniería que era espectacular pues en él aparecían dibujadas, con todo detalle, máquinas de barcos. Era precioso.
Un abrazo. No seguimos leyendo, ¿de acuerdo?

alida.
Y fíjate que estuvo a punto de tirarla. Quizá, gracias a esa libreta, su vida cambió.
Gracias por tus palabras, querdida amiga. Recibe un gran abrazo.

el analista.
Gracias querido amigo. Para mí sí que es un placer leerte a ti.
Un agran abrazo.

morgana.
A veces una sola frase dice mucho más que de lo que uno se imagina.
Muchos besos para ti, hechicera.
*****

itoitz.
Yo creo que en las lágrimas de los hombres son así también. En cuestión de lágrimas lo que importa no es el sexo de quien las derrama sino los ojos de donde surgen.
Un abrazo, amigo.

Tanhäuser dijo...

jesús.
Las lágrimas de emoción son hermosas.
Gracias a ti, querido amigo, por tus amables palabras.
un gran abrazo.

abi.
Y a quién no. Me parece que hace 7 años, la Real Sociedad Matemática Española editó los Principia en una edición Facsimil, comentada y traducida al español. Una maravilla.
Saludos y no pases frío por esas latitudes. Ya comentaremos cosas sobre wavelets (me parece que en español lo han traducido por ondículas) y Teoría de la señal, OK?

susy.
Qué interesante lo que dices. Lo bonito de los enigmas es desvelarlos y descubrir que generan nuevos enigmas.
Gracias por tus amables palabras. Un abrazo enorme.

aiguamel.
Eso nunca lo sabremos, como nunca sabremos por qué hablaba de gaviotas o de vientos de mar. La muerte se llevó su secreto pero su pequeño diario recuperado nos permitió conocer una parte de su historia.
Petons.

dragonfly.
De hecho, tu blog, de alguna forma es el testimonio de lo que sientes, de lo que piensas o de lo que haces y sabes que nos gusta leerte pues nos reconforta.
Besos, querida amiga.

bajamar.
Triste no, melancólico quizá. Al fin y al cabo, sentir algo noble o bueno, nunca entristece. Creo que eso fue lo que le pasó al bibliotecario. Sintió melancolía y por unos instantes se introdujo en la piel y el corazón de quien escribió aquellas páginas.
Lo de Neruda, si te soy siencero, no se me ocurrió. Hubiese sido un bonito final.
Dos besos para ti.

Piel de...
Ese libro se ha escrito muchas veces, en muchos idiomas, en muchos instantes y con muchas caligrafías. Lo importante no es sólo leerlo, lo importante es vivirlo.
Besos, amiga (estás perdonada por lo de la identidad, pero sé quién eres).

manly.
Completamente de acuerdo. No hace falta ser un poeta reconocido para volcar en un papel lo que se siente por esa persona especial.
Un gran abrazo.

adrià.
Lo que es seguro es que quien no busca no suele encontrar.
Acertadísima tu apreciación sobre la diferencia entre lo valioso y lo caro.
Un abrazo para ti también, querido amigo.

maripuchi.
Supongo que sí. El saberse correspondido por aquella persona especial y única.
Gracias a ti por tus ambales palabras y por tu visita.
Un abrazo enorme.

Acus dijo...

¿Quién derramaría la primera lágrima? ¿El escritor, o la mujer a quien iba dirigido el libro?

Interesante y precioso final, Tanhäuser, creo que el arte de escribir no tiene secretos para ti.

Un abrazo enorme.

Camilo dijo...

La eternidad de un instante, la belleza de una obra desconocida. Hay tantas obras famosas que no dicen nada ya, mientras párrafos perdidos, cuadernos olvidados, guardan el tesoro más dulce y sincero.
Estos blogs por los que nos movemos son como ondas en el agua, que el viento levanta y luego borra. Disfrutemos de estos momentos de libertad y de expresión porque puede que dentro de un tiempo nos envidien como yo envidio las noches de la movida.
Y dentro de años quizá los recordemos con una sonrisa. Eso valdrá mucho.

Lunaria dijo...

Todo libro encierra siempre un tesoro por descubrir. No hay mayor aventura que perderse por sus páginas para ser testigos, como en este caso, de una bonita historia de amor que emociona y llega al alma.
Un beso.

Recursos para tu blog - Ferip - dijo...

Bella tu historia..

Quedarán libros en unos años...o lo virtual será quien recoja esas lágrimas???

Hace poco rescaté un libro de medicina de 100 años!!! Arriconado, para tirar....Podés creerlo?
Ojalá valoremos lo irrepetible.
Que no se extingan los libros...

Un abrazo!

Tanhäuser dijo...

acus.
Interesante la pregunta. Yo creo que el escritor. Vació de tal forma su alma en su escrito que no pudo evitar que ésta también se escapara por sus ojos.
Un abrazo para ti también, mi queridísimo y brillante amigo.

camilo.
Querido amigo, qué comentario tan hermoso.
Buceando por algunos blogs uno se da cuenta de la cantidad de párrafos hermosísimos que se deben haber perdido antes de que éste medio apareciese. Son tesoros auténticos, diarios donde algunos autores vuelcan sus sentimientos con una maestría maravillosa.
Carpe diem, amigo.

lunaria.
Sobre todo si ese libro encierra los sentimientos que un hombre expresa sin ánimo de divulgarlos, con el único objetivo de dejarlos plasmados para sí mismo. Descubrir esa intimidad debe ser maravilloso.
Besos para ti también.

ferípula
Por mucho que avance la tecnología nadie podrá reemplazar el placer de entrar en una librería o una biblioteca, recorrer sus pasillos, impregnarse del olor a silencio y sentir el placer de abrir un libro, mirar qué dice la contraportada,...
Nunca desaparecerán.
Un abrazo para ti, queridísima amiga.

Cind dijo...

Ayssss no se puede escribir tan bien, que nos dejas el alma en un puño. Quiero leer, tocar y oler ese libro.

@Intimä dijo...

Que historia más bonita Tanhaüser y que bien narrada.
Los libros y todo un mundo que envuelve a quien en ellos caen atrapados.
Hay tantas historias que son realidad, dentro de la misma ficción de una noviela, yo creo que siempre hay una gotitas del autor en cada libro.
Besitos

MentesSueltas dijo...

Pasaba a dejar un abrazo e invitarte a conocer mi nuevo espacio, sólo de imágenes...

Te espero en "Pictóricas Internas" (http://picint.blogspot.com/)

MentesSueltas

M dijo...

No sé que nos da la mezcla de papel y polvo, que nos estremece mas que una edición cuidada...

En mi casa, circula un recetario manuscrito con letra de Sagrado Corazón que cotiza en el herencio mas que un erial.

Le toco a mi hermana.

Si somos lo que comemos, llamame congelado.

Un beso,
Ofelia

Tanhäuser dijo...

el churruán.
Lo mejor no es leerlo, querido amigo, lo mejor es poderlo escribir.
Gracias por tus amabilísimas palabras y por tu siempre esperada visita.
Un gran abrazo.

darilea.
El mejor libro es aquel en que el lector vive aquello que está escrito. Ójala todo el mundo viviese lo que contenían aquellas páginas. El bibliotecario lo consiguió. A ver si nosotros hacemos lo mismo.
Besos para ti, querida amiga.

mentessueltas.
Gracias por el link. Prometo visitarte.
Besos

ofelia.
Es que las hermanas son como una plaga. No sé cómo se lo montan pero se lo llevan todo.
En fin, dale recuerdos al capitán Pescanova. Dile que las empanadillas dejan mucho que desear últimamente.
Un beso enorme para ti también.

Recursos para tu blog - Ferip - dijo...

Otro para tí!
:)

Tanhäuser dijo...

¡Para ti más grande! :D

La Dulce Luna dijo...

Y...yo, como luna de sentimientos, también se me desliza una lágrima al leer tus palabras...

Ternua, eso es lo que me llevo...

Tanhäuser dijo...

Qué bello lo que dices.
Ternura es lo que dejas también.
Un gran abrazo.

MORGANA dijo...

Este es el Tanhäuser que más admiro´, pero la combinación de todos, te hace especial.
Muchos besos, feliz miércoles¡¡¡

Unknown dijo...

¿Cuántas manchas de los libros serán en realidad lágrimas vertidas en su lectura?...

Te lo "robo" para enseñárselo a mi mujer, que es bibliotecaria... fantástico y emotivo relato...

Un abrazo...

Tanhäuser dijo...

Morgana.
Ahí va, Morgana, no había visto ese comentario. Mil disculpas.
Aunque sea tarde, déjame que, al menos, te agradezca tus palabras.
Besos.

Delokos.
Querido amigo. No sabes lo agradecido que estoy de que hayas leído este relato. Le tengo un cariño especial.
Yo hice la PSS en una biblioteca y me imaginaba las miles de historias que nos podrían contar los libros sobre aquellas personas que los disfrutaron.
No robas nada, te lo llevas porque te lo regalo. Qué suerte que tu mujer sea bibliotecaria. Es un trabajo maravilloso.
Un grandísimo abrazo y muchísimas gracias de nuevo. Es un honor tenerte aquí.

MORGANA dijo...

...que cada mot sigui una vela hissada
i cada gest una gran porta oberta...

Tanhäuser dijo...

Me encanta Miquel Martí i Pol. Quizá sea el poeta catalán que más me guste.
Besos

MORGANA dijo...

Las personas, somos individuales, y todos de una manera u otra brillamos con mayor o menor fuerza, no es fácil encontrar personas que su luz nos llene el alma, por su generosidad, por su corazón, personas especiales que te hacen sentirte reconfortada,
y te descubren que no estas sola en este mundo un tan extraño,
con esa esperanza de que más allá de lo físico, hay una energía vital que une a las personas, y puedes sentir y vivir, llorar y reír, emocionarte ante la vida,ese constante camino de experiencias donde aprender y comprender,donde la esencia de ese ser de luz nos enseña a ser más humanos, más sinceros y reales.
No sabes como describir su fuerza,
y tampoco sabes como describir lo que sientes pero si sientes algo que no se puede ver, ni tocar,
solo sentir en lo más hondo del corazón...del alma.
Desde el corazón...para el corazón, un beso para ti.

Ana dijo...

Los libros guardan secretas lágrimas entre sus viejas páginas. Incluso ahora algunos teclados se mojan cuando el alma escribe con la sangre del corazón.

Gracias por acercarme a esta entrada tuya tan hermosa. Los blogs transmiten esos sentimientos que uno regala sin saber quien los recogerá.

Se escapan estas furtivas lágrimas ...

MORGANA dijo...

las lágrimas que se vierten sobre las letras, no las emborronan, son más letras, palabras no escritas, abrazos rotos, besos por terminar...
queridísimo amigo, ya sabes, como me gusta, pasear por estos post, la mayoria de las veces, entro de puntillas, para no molestar, pero hoy he sentido este impulso de dejarte, un pequeña huella.
Besos bajo el eclipse.

 

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