18 diciembre 2006

Me hiciste cómplice.

José María.
Hoy he vuelto a pensar en él, en su soledad, en su sufrimiento, en su ¿por qué?. He vuelto a preguntarme, como tantas otras veces, cómo será su vida, qué futuro le espera, ¿se acordará de lo que era sonreír? He vuelto a recordar aquellos días tan intensos que precedieron a la barbarie que toleraste en contra de nuestras súplicas. He vuelto a hermanarme con las millones de almas que salimos a la calle a decirte que NO, que aquella guerra no era nuestra, que no era de nadie, que era injusta, que era cruel. He recordado cuánto nos mentiste, cuánto nos insultaste, pero sobre todo, como tantas otras veces, le he recordado a él. Por tu culpa, por nuestra culpa, un niño, una vida, una ilusión quedaron truncados para siempre.
Me imagino una casa en una ciudad en guerra. Una sirena anuncia que los bombarderos del "Eje del bien", en nombre de no sé qué libertad, se aproximan para derramar la sangre de los que siempre pierden las guerras. En ella, ese día, una familia aterrorizada no ha dispuesto del tiempo necesario para acudir al refugio. El padre, el esposo, piensa, ¡que Dios nos proteja! Tiene mucho miedo pero intenta serenar a los suyos dibujando en su rostro una caricatura de sonrisa. No quiere que adivinen en su cara el pavor que paraliza su cuerpo. Les hablará de su Dios, de lo que harán cuando los aviones abandonen su hogar para verter su macabra carga en otro lugar. Su mujer, la madre, acoge entre sus brazos a uno de sus hijos mientras intenta calmar al resto. No puede, pero sabe que tiene que ser fuerte. Se repiten a sí mismos que son pobres pero que confían en el Dios que les ha ayudado tantas veces durante esa maldita guerra. La indecisión les invade. Qué hacer cuando cualquier lugar adonde vayas puede ser el último que pises. Deciden esconderse debajo de una mesa. Agazapados como animales esperan rezando, llorando, suplicando que esos "ángeles de la muerte" cesen su "liberación". Miran hacia arriba temblando de miedo, con los ojos llenos de lágrimas y encharcados en los meados que delatan su pánico. De repente, sin tiempo para preverlo, un estruendo ensordecedor, una polvareda densa, una llamarada infernal y una lluvia infinita de cascotes acalla las súplicas y los rezos. Pasan unos segundos y tan solo se percibe el leve quejido de un niño de doce años. Está aterrorizado y aprisionado entre lo que segundos antes eran los ladrillos de su casa. No nota sus brazos pues uno de ellos ha sido parcialmente amputado y ahora se encuentra esparcido entre las piedras. El otro está aplastado por una viga y se convierte en una gruesa cadena que lo condena a no moverse del infierno en que se encuentra. Siente un pánico atroz. Se sorprende al no notar dolor por la carnicería que adivina sobre su cuerpo pero las quemaduras son demasiado intensas como para poder soportarlas. Apenas puede respirar por lo que con una voz quebrada y suplicante tan solo pronuncia una palabra. Dice “Mamá”. Pero ella no contesta. Opta entonces por llamar a su padre. Sabe que él es fuerte y que podrá sacarlo de allí, que le consolará y que les ayudará a todos, pero por más que grita tan sólo le responde el ruido de las llamas que están acabando con lo poco que queda de los muebles de su casa. Se pregunta qué habrá sido de sus hermanos y entre sollozos, rogando que no haya acontecido lo que se teme, pronuncia lentamente el nombre de cada uno de ellos. Nadie contesta. Están todos muertos.

Recuerda lo que ha sido tu vida desde que tuviste doce años. Imagínatela sin los tuyos, sin tus brazos. Recuerda cuando nació tu hija, con qué orgullo la cogiste, lo dichoso que te sentiste al mostrársela a tu madre. Recuerda las noches en que llegabas tarde a casa y acariciabas el pelo de tu hijo dormido. Recuerda cuando le cogías la mano a Ana en los paseos que dabais al lado del río. Recuérdalo y acepta que has condenado a Alí a que nunca pueda sentir lo mismo porque lo perdió todo en la explosión de aquella bomba cargada de tu soberbia y de tus mentiras. Y ahora dile mirándole a los ojos, al fin y al cabo solamente es un niño (no te hará daño), que desde entonces el mundo es mejor y que su país es más seguro. Atrévete a confesarle que él es tan sólo un daño colateral. No te olvides de recordarle que aquí te anunciamos la muerte de los suyos y de tantos otros pero que no nos quisiste escuchar, que preferiste enemistarnos con el medio mundo que siglos atrás hizo del nuestro el gran país que fue. Después de hacerlo permítele que te escupa a la cara y que en su desprecio veas resumido el nuestro.

Te lo dijimos, te lo pedimos y te lo suplicamos. A cambio insististe en poner en nuestras manos un fusil que nunca quisimos disparar. Por eso, por Alí, para tu vergüenza y para la nuestra déjame que te diga otra vez que eres culpable, José María, culpable de ser soberbio, culpable de ser mentiroso, de ser manipulador, de ser cobarde, culpable de ser cómplice de aquella masacre y lo peor de todo: de habernos hecho cómplices a nosotros.

Por la rabia y el dolor que sentimos, por las lágrimas impotentes que derramamos por él, por los muertos que está causando esa "tu guerra" y por la vergüenza que todavía sentimos escucharás nuestra voz diciéndote lo mismo que te dijimos entonces: déjanos como estábamos, déjanos en paz.

35 amigos lo mejoraron:

Susy dijo...

Y luego nos atrevemos a sentir miedo por no llegar a final de mes, a que no nos tengan demasiado en cuenta... a no estar demasiado valorados, a veces.

Me encuentro en las mismas o parecidas a tí.

Un beso.

coco dijo...

Sin palabras. Este post es inmejorable.
¿Has visto el intermedio del gran wyoming? ¿cuando sale bush diciendo que se ha acabado la guerra?
Pues eso. De verdad, qué pena.

*Blue*Princess* dijo...

me encanto este post

Anónimo dijo...

Precioso relato y un recuerdo inolvidable para Alí, que su soledad y desdicha sea la última que ocurra por culpa de una guerra.
En estas Navidades, deseo y pido paz para todas las personas.

Anca Balaj dijo...

Es sobrecogedor este post.
Y siempre son las personas "minúsculas" quienes pierden las batallas (que no quieren librar de hecho).

Un abrazo

ecasual dijo...

Todo es muy triste. Gran artículo.

Un abrazo

Angeles dijo...

Muy buena reflexión, cruda y triste. La guerra es la peor peste que le puede ocurrir a nuestra tierra y anuestros niños.

Besos.

Seoman dijo...

Reflexiones acertadas en todo el escrito. Guerra, ¿solucionan algo?, yo creo que no.
Un placer leerte

Anónimo dijo...

Una guerra ´que comenzó con una sinrazón y que no tiene fin.
Y como siempre son los niños los grandes perjudicados en estas barbaries.Los niós y los inocentes que sólo aspiran a vivir en paz y que los que no se tiene en cuenta.
Gran post.

Un abrazo

MORGANA dijo...

Promover NO A LA GUERRA, claro que se lo dijimos, pero crees que él escuchó? Para ser buena persona hay que tener una vida llena de valores y principios positivos, y tú crees que él los tiene?
Rechazo la violencia en cualquiera de sus formas, y la violencia de él continua.
"La violencia es el miedo a los ideales de los demás"
Solo hay que ver la mirada de Ali Ismael para que mi corazon se quiebre aún más.
Espero que tu post, abra los ojos, la mente, el corazón de muchos.
Gracias por no olvidar.
Muchos besos.

Marlu dijo...

El post es simplemente buenísimo, y además me gusta que tengas esa maestría para recordarnos lo que no debemos olvidar. Todos los días, cualquier acción que ayude a la paz es buena.
Los daños colaterales tienen siempre nombre, apellidos y sueños por cumplir.
Un abrazo.

Javier dijo...

No sé si se puede describir mejor el ¡¡horror de la guerra!!.

La guerra, ya se sabe, es el primer recurso de los necios.

Y ahora, sólo siento impotencia.

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

También le vi ayer y sentí verguenza ajena. Tal vez, un poco menos porque ya no se pasea mucho por escenarios internacionales ni arrastra el acento para parecer americano ni dice hablar catalán en la intimidad.

Una densa capa de olvido cae sobre su figura. Yo la dejo crecer. Es bueno para el mundo, es bueno para mí.

Buen post, felicidades.

Marie dijo...

Gracias por acompañarme en el camino que más amo que es la escritura, gracias por comentar en mi casa y por pertenecer a ella con calidad de espíritu. Te deseo una feliz navidad y que reine el amor en tu alma…

Recursos para tu blog - Ferip - dijo...

Clarísimo...mi amigo!!!

Ojalá lo entienda...

Un fuerte abrazo, Una Hermosa Noche de Paz...:)

Feripula

Anónimo dijo...

Es un ejercicio literario, pero si, me pone melancolica.

Un abrazo

MENS REA dijo...

Ahí va mi firma al post...por todas las que se merece.

Un beso.

Lunaria dijo...

Imposible mejorar este post. Creo que mejor no se puede decir.
No soporto nada que tenga que ver con la palabra guerra.
Te doy las gracias por la visita a mi blog, porque gracias a ella he descubierto el tuyo.
Un saludo.

bajamar dijo...

uf... ops, que buen post. Justo que ando en los bordes de la sienaga absurda de las gentes que le tienen miedo a las palabras y no así a las acciones más horrorosas...

Me encantó, si. Definitivamente, no todo es relativo.

Un abrazo y Gracias

María Elisa Quiaro dijo...

pase a dejar deseos de paz y me encontré con tu texto...nada mejor. feliz tiempo

Gloria dijo...

Bravo, Tanhauser. Todos hablan de la guerra pero pocos sienten el horror que significa y por eso no entienden la importancia de la protesta y de la conciencia... En estos tiempos en que nos acordamos de la paz, tu texto nos recuerda la responsabilidad que todos tenemos en lograrla. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Te dejo un abrazo orgulloso.

Marie dijo...

Te dejé un regalo de navidad en los comentarios del post "Feliz navidad!!!" de mi blog. Un beso grande.

Yessi dijo...

Muchas gracias por tu visita, tu blog es muy bueno, me gusto, tal vez vuelva pronto....gracias por tu comentario.

Saludos.

Tanhäuser dijo...

susy.
Sí, es verdad, a veces no nos damos cuenta de lo que es realmente importante. Un saludo muy grande.

coco.
Lo de Bush no tiene nombre. Creo que ni en la época de la Guerra Fría el mundo era tan inseguro como ahora. A ver si se larga de una vez. Lo triste es que tiene la poca vergüenza de decir que la guerra ya acabó. Los 30 o 40 muertos diarios ¿no cuentan? Un abrazo, amigo.

lumen origine.
Muchas gracias por tu vista y por el abrazo.

Blue princess
Gracias. Espero que vuelvas. Un saludo.

unjubilado.
Ójala tuvieras razón pero me temo que habrá muchos más Alí en el mundo. Un saludo.

peca.
Muchas gracias y gracias también por tu visita. Nos seguimos leyendo, OK?

aminúscula.
Las minúsculas son las que siempre pierden las guerras. Da igual en qué bando estén. Un saludo y enhorabuena por tu blog. Me encanta.

la hormiguita.
Muchas gracias y gracias también por tu visita. Un saludo.

perséfone.
Los niños nunca declaran las guerras, pero siempre las padecen. Un abrazo.

Tanhäuser dijo...

seoman.
Nunca. La guerra nunca es la solución. Demasiadas veces se confunde el derecho a defenderse con el derecho a agredir. Un saludo, amigo.

trini.
A lo mejor tendríamos que preguntarles más a menudo cómo tenemos que actuar los adultos. Al fin y al cabo el mundo que construyamos (o destruyamos) será el suyo mañana. Un saludo muy grande, amiga mía.

bernardino.
OK. Muchas gracias por el enlace.

morgana.
Gracias a ti por esa reflexión. Me indignó tanto que no nos escuchara, que nos tachara de inocentes, que creyese que no teníamos no idea. ¿Y tú crees que le conmovió lo que le pasó a Alí? ¿Ha pedido perdón por mentirnos? Que va. No lo hará. Su soberbia se lo impide.
Un saludo y muchísimas gracias por tu visita.

marylohaan.
Muchas gracias por tus elogios (creo que no los merezco). Estoy de acuerdo contigo en lo que dices sobre los mal llamados "daños colaterales". Da la impresión que bajo ese eufemismo podemos esconder cualquier barbaridad que hagamos. Un saludo.

Tanhäuser dijo...

javier.
Creo que nosotros podemos hacer lo que hicimos entonces. Salir a la calle y decir NO.
Un saludo y que disfrutes de tus vacaciones. A la vuelta te estaremos esperando.

goathemala.
Lo triste es que nosotros lo olvidaremos pero los horrores de esa guerra no se olvidarán. Un saludo, amigo mío.

abril.
Gracias por tu visita y gracias por el regalo!

Feri.
Seguirá sin entender, eso te lo aseguro. Feliz Navidad, amiga.

trini.
Confieso que de un tiempo a esta parte no me gusta demasiado la Navidad. No es que me ponga melancólico, es que me pone incluso de malhumor.

mens rea.
Hola!!! Gracias por tu visita. Nos vemos pronto. Un besazo.

lunaria.
Mi blog es modesto, como puedes ver. No es comparable al que tú construyes con tanto talento. POr eso me encanta recibir visitas como la tuya.

bajamar.
Gracias por tu visita y nos seguimos leyendo, OK?

ontokita.
Te deseo lo mejor. Un abrazo y gracias.

azul caleidoscopio.
La guerra es horrible. Supongo que has visto la película de "Salvar al soldado Ryan". Los primeros minutos de ésta describen con maestría lo que fue el desembarco de Normandía. El horror de ver a tantos hombres muertos o desmembrados me impresionó. De las guerras sólo nos llegan las cifras y a veces se quedan en eso, en cifras: tantos muertos, tantos heridos, tantos edificios destruídos, etc. Pero hablamos de vidas, de padres, de hijas, de ilusiones, ... No tiene ningún sentido. Un saludo.

yessi.
Gracias por tu visita. Nos vemos.

ecasual dijo...

Paso de nuevo, en este caso para dejarte turrones y chocolates.

Y un beso de felices fiestas!

:)

Gavanido dijo...

No acostumbro a comentar como si fuera una persona normal, pero en este caso, la ocasión lo merece.

Gracias por hacernos sentir personas.

Un abrazo.

Briseida dijo...

Felices Fiestas, amigo.

Un abrazo

Tanhäuser dijo...

La hormiguita y almena. Muchas gracias y mis mejores deseos.

¡El Sr. Gavanido en mi casa y yo con estos pelos!
Ahora en tono más seriote le diré que quiero que sepa que es para mí un honor tenerle aquí. Le confieso que le había pedido a los Reyes Magos un comentario suyo, pero ya sabe cómo funciona Correos. Seguro que se han equivocado de dirección y han enviado mi carta al Santa Claus ese de los norteamericanos.
Un saludo y si me lo permite, un abrazo.

Gwynette dijo...

Yo también fuí un puntito entre las miles y miles de cabezas que se movieron en esa manifestación.. ver esta foto, me ha roto el alma!!! Ali Ismaeel,niño inocente, que te han hecho?..que história tan terrible..y solo es una entre miles...

tristeza de alcachofa

Tanhäuser dijo...

Pues ya ves. A pesar de los miles y miles de puntitos que salimos a la calle aquellos días no se nos hizo caso y quienes pagaron las consecuencias fueron los miles de Alis que dejaron Iraq sembrado de destrucción y de barbarie.
Un saludo muy grande

MORGANA dijo...

Cómo me gusto este post¡¡¡
Me hiciste sentir un puntito importante, porque me di cuenta que no estaba sola.
Muchos besos, mi queridísimo Tanhäuser.

Tanhäuser dijo...

Claro que no estabas sola, Morgana. Quien estaba solo, era él, y ni siquiera tuvo la valentía de reconocerlo.
Besos

Mae dijo...

Jo, haciendo un repaso a tu blog, me encuentro con este tema..
uff, sabes que prefiero no meterme en temas políticos y demás, pero como ha cambiado la cosa no??

Una guerra, nunca trae nada bueno, y mucho malo.
BEsos.

 

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