09 diciembre 2011

140 caracteres

Ciento cuarenta. Ni uno más.

Miró al techo buscando esa inspiración que le huía desde hacía demasiado tiempo. El humo de un cigarrillo mal apagado dibujaba columnas juguetonas en la penumbra de la habitación. Se concentró en ellas adivinando en esas partículas lo que en otro tiempo fueron hojas verdes y grandes bañadas por el Sol. Todo cambia, sólo tú permaneces.
Cada tecla que pulsaba variaba un guarismo que anunciaba fríamente una cuenta atrás. Ciento treinta y nueve, ciento treinta y ocho... quince, catorce...

¿Cómo se resume una vida en ciento cuarenta caracteres? ¿Cómo se matan palabras? ¿qué letras son las que sobran? ¿y cuáles las verdades que estorban?
Quitarle el rigor a una idea, el matiz a una caricia, el brillo a una mirada, el tacto a un beso. ¿Cómo se le quita la impaciencia a un anhelo?

Se imaginó condensando el universo entero en un solo átomo, prescindiendo de los colores de los cielos, confundiendo las copas de los árboles e ignorando los sonidos del viento. Toda la energía, todo un firmamento, incluyendo el diminuto asteroide de las puestas de sol, concentrados en un espacio en el que no tienen cabida los besos.

Entonces la pensó. Se propuso resumirle en ese espacio diminuto la inmensidad de cuanto era para él. Sus palabras, la magnitud de sus sueños, lo adorable que le parecía su cara o el temblor provocado cuando rozó sus manos por primera vez. "Aquella tímida caída de párpados que le convenció de que estaba frente a la mujer que adoraría todos y cada uno de los instantes del resto de su vida." Ciento cincuenta... tampoco sirve.
El tercer cigarrillo revelaba su incapacidad. Era tanto y tanto, en tan poco sitio.

Hasta que al final... lo entendió. No buscaba palabras, ni espacios ni siquiera tiempo. Se buscaba a sí mismo, a lo único cierto y bueno que había en él. Y cuando lo comprendió cerró los ojos y suspiró.

"Tú eres la esencia. Lo eterno y lo verdadero. Sólo soy en ti, por ti y para ti. Mírame, mi vida, y dame tu luz."


Fotograma de "The Pillow Book".

16 amigos lo mejoraron:

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Resulta imposible decir más en menor espacio. Me gustó mucho, amigo.

Abrazos.

Anónimo dijo...

Muyyyyyyyyyyy hermoso y muy bien escrito.
Abrazos

raindrop dijo...

El amor twittero es un rollo: siempre te quedan cosas en el tintero.
Eso sí: tú lo has bordado.

Pero seguro que quieres 140 más ;)

un abrazo

Isabel Barceló Chico dijo...

Lo más difícil - en la escritura y en la vida - es sintetizar. Y uno descubre, con el tiempo, que todo puede ser dicho con menos palabras. A veces, incluso, con el más absoluto silencio. Un abrazo, querido amigo.

AleMamá dijo...

Muy buen compendio en pocas palabras, sólo que yo se lo diría a Dios; Él es todo lo que has dicho, y el amor humano, como parte del único AMOR, goza de la prerrogativa de que te lo puedan decir también.

Me alegro de tu regreso.

RGAlmazán dijo...

Muy bueno, Tan. Muy bueno, amigo.

Salud y República

mientrasleo dijo...

Bonitas palabras en pequeños espacios. Perfectas para este mundo de prisas y escaso tiempo.
Un saludo

Ana dijo...

Mi aventura en twitter (¿se escribe así?) duró exactamente un cuarto de hora y me borré corriendo.

No se le pueden poner puertas al campo :)

Mejoradito le veo, joven, y lo celebro ipso facto.

Un besazo!

pazzos dijo...

cásate y verás como te sobran caracteres.

Winnie dijo...

PrEcioso. Agradecerte tu visita a mi blog y con tu permiso me quedo por ésta tu casa que lo que leo me gusta. Un abrazo y nos leemos

Anca Balaj dijo...

Me dejas pensando en esto de quitarle el matiz a una caricia y el brillo a una mirada por falta de espacio. O de letras.
Por cierto, es mi obligación afirmar que no sobra jamás ninguna letra. ¿De qué viviría yo si sobrara alguna?

Un beso!

Aina Rotger Vives dijo...

Al final, le han bastado 140 caracteres para resumir un sentimiento. Aunque soy de la opinión que a los sentires no hay que simplificarlos.

Me ha gustado la entrada y descubrirte.

Isabel dijo...

Yo soy tuitera compulsiva, mi vida transcurre últimamente de 140 en 140 caracteres y me hace feliz. La verdad es que no es un aspecto romántico en mi vida, sino más bien profesiona, pero aprendes a trabajar la esencia de lo que deseas decir. Un beso.

sky walkyria dijo...

la inspiracion se esconde donde el placer ha hecho el nido

besos!!

flower dijo...

Siempre me gustó que me escribiesen mensajes con la yema de un dedo en mi espalda, y descifrarlos al tacto. Y luego darme la vuelta y contestar por le mismo procedimiento. Y marearnos en las vueltas. Y que la tinta de nuestras manos se desparrame en el lienzo de la cama.

Ha sido un placer llegar a tu rincón. Además he sentido el placer de "encontrar" a Corta de vista, ¡qué bien!

Besicos,

María dijo...

Creo recordar Thanhäuser, que hacia la mitad de The Pillow book ( una película increíblemente bella, muy al estilo oriental hasta en su estructura) que citan a Makura no Sōshi que, con una frase que en cierto modo resume la peli y la preciosidadq que has escrito...

"...Dos cosas no nos han de faltar: las delicias de la carne y las delicias de la literatura..."

Aunque yo más que la carne, yo diría las delicias del alma... puede que suene pomposo y hasta cursi, pero la carne sin alma, al menos a mi, no me dice nada y hace juego con la maravilla que tú has escrito al final...

"Tú eres la esencia. Lo eterno y lo verdadero. Sólo soy en ti, por ti y para ti. Mírame, mi vida, y dame tu luz."



Que siempre te de su luz...

Enhorabuena, artiZta:-)


Un beso y gracias por tu ¡¡hola!! en mi casa, me encantó, aunque haya tardado en decírtelo ...


(subo a felicitarte estos días :-)

 

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