09 enero 2007

El ilegal

Sentado al lado de la puerta de su casa, el abuelo encendió el pitillo que se fumaba cada mañana aprovechando que Paula, su mujer, había ido a hacer la compra a una de las escasas tiendas de aquel tranquilo pueblecito del valle. Fumando sin prisa dejaba que la brisa de la mañana de invierno acariciase su arrugado rostro, mientras contemplaba los destellos intensos de la luz del sol sobre las copas de los árboles.

Le gustaba mirar los bosques de encinas que salpicaban de colores grisáceos el reseco vientre de la sierra, coronada caprichosamente por nubes orondas y brillantes. A pesar de su edad, podía divisar con claridad los buitres madrugadores, que iniciaban el macabro ritual de limpiar el campo de los despojos desechados de los festines que algunos animales se habían cobrado a costa de otros menos afortunados. Mirando su sierra no podía evitar recordar, con cierta nostalgia, las miles de veces que se había dejado perder entre peñascos y retamas acompañado de su perro, saltando entre arroyos y divisando la llanura que ahora habían convertido en inmensos campos de árboles frutales.

Aquel día Omar, su insólito nuevo amigo, no le acompañaba. Era consciente que cuando eso sucedía era señal que aquella madrugada habría conseguido subir en alguna de las furgonetas que, clandestinamente y cuando el alba ni siquiera se dejaba intuir, se acercaban a la plaza del pueblo a cargar su mercancía humana, para que los afortunados que fuesen elegidos, comiesen ese día a cambio de una jornada de trabajo de sol a sol.

Despertaba cierto recelo entre los lugareños la amistad tan curiosa que había nacido entre el abuelo y el “jodido moro”, como cariñosamente le llamaba. Resultaba cómico y a la vez enternecedor verlos juntos, sentados donde ahora fumaba el abuelo, con la mirada perdida en la sierra, sin hablar demasiado pero diciéndose tantas cosas y entendiéndose tantas otras. El abuelo había descubierto en aquel hombre venido del sur a alguien diferente, a alguien valiente, al rebelde que otro tiempo fue él mismo.

Un día, después de haber recogido cientos de kilos de fruta y cobrándose el merecido descanso que se ganan los que son explotados día a día, Omar le contó cómo llegó a España. Con mirada fría, gestos cansados y el dulce acento siseante con que los árabes adornan al castellano, le habló de su largo viaje desde la aldea donde vivía, lugar de nombre impronunciable, hasta la orilla del océano, frontera infranqueable que separaba la miseria de su mundo de la opulencia insultante de la vieja Europa. Le detalló los abusos de las mafias que traficaban con la desesperación de los que escapan del hambre y de la guerra, de la cantidad de dignidad que se dejó en hurtos y en sobornos a policías corruptos e insensibles. Todo ello para, al fin, una noche, embarcarse en una barcaza junto con decenas de desheredados como él. Le relató cómo fueron esos eternos doce días de travesía a la deriva, sin apenas agua, sin apenas comida, con frío, con miedo a naufragar y lo peor, con miedo a ser descubiertos por alguna patrullera que pusiese fin a su viaje, a su sueño. Se estremecía todavía al pensar lo sofocante que llegaba a ser el día en medio de la nada del océano y lo gélida y húmeda que resultaba la eterna noche. Cómo, en medio de una oscuridad aterradora, tan sólo se percibían los lamentos causados por los mareos, el olor a vómitos y a excrementos y el castañeo incesante de los dientes de aquellos pobres desgraciados, de aquellos fugitivos de la injusticia, de aquellos rebeldes contra el destino. Sentía cierta pesadumbre al pensar en los que murieron en la embarcación y sirvieron de alimento a los peces, cómo cada muerte suponía un poco más de espacio, un poco de alivio, para los demás. Especialmente recordaba a un pequeño niño sudanés que murió de fiebre y de frío en los brazos de su madre, mientras se aferraba con delirio a una foto arrugada de un futbolista español.

La llegada a la costa no fue mejor. Absolutamente exhaustos, con los músculos entumecidos por no moverlos, por no nutrirlos, se separaron los unos de los otros sin saber dónde estaban y sin saber dónde dirigirse. Algunos decían que iban a Barcelona, otros que a Huelva, qué mas da. Si no sabes dónde está el lugar donde estás, si no sabes dónde está el lugar donde debes llegar, no importa qué nombre tenga. Ignoraban todo de aquel sitio que no se les antojaba especialmente diferente del mundo que habían abandonado salvo cuando se topaban con una carretera. Qué negro y qué uniforme era el asfalto en Europa. Qué blancas las líneas dibujadas en él.

Tiempo atrás, el abuelo había recibido con desconfianza la cantidad de marroquíes, polacos, rumanos y gentes venidas de países de los que ni tan solo había oído hablar. Hombres y mujeres cargados de miseria, de desesperación, gentes con decenas de bocas que alimentar en la tierra que tuvieron que abandonar y que llegaron al pueblo a ganarse el futuro y a hacer el trabajo que, desmemoriado país, no querían hacer los españoles.

Su padre fue uno de los primeros que en el pasado se deslomaron en Alemania o en Suiza para huir de la falta de futuro en una tierra destrozada por la guerra, el odio y la falta de esperanza. Recordaba como si fuera ayer mismo la figura de su padre a punto de subir al autobús destartalado, con una caja atada con cuerdas que hacía las veces de maleta, en la que no había más que una muda, un daguerrotipo y una estampa de la Virgen. Ligero equipaje si no fuera por el peso tan enorme que añadían el miedo a la incertidumbre y el dolor de dejar atrás a los suyos y a la tierra de la que jamás había salido. Ahora eres el hombre de la casa, le dijo, cuídalos y cuídate, tienes que ser fuerte, hijo. Qué bien suena la palabra “hijo” en la boca de tu padre y cuánto duele si la acompaña de sus lágrimas.

El sol ya apuntaba alto cuando se le acercó un hombre negro. Me pidió que viniera, le dijo con rostro apesadumbrado. No hacían falta más palabras. Lanzó un improperio impotente, se avergonzó y supo que Omar jamás lo volvería a acompañar en su pequeño banco de piedra. Yo soy ilegal, le había dicho muchas veces, un día me detendrán y me deportarán. ¿Cómo puede ser ilegal un hombre? ¿Cómo puede ser ilegal un sueño?

37 amigos lo mejoraron:

Recursos para tu blog - Ferip - dijo...

Crach....sonido a roto.....

Se quiebra tanto con estas cuestiones.
Después vuelvo. Quiero contarte algunas cosas.
(Viene el electricista....!)

Marlu dijo...

Cabalgo sobre sueños, innecesarios y rotos... he llenado mis bolsillos, con escombros del destino.
Rockdrigo González

He puesto hoy su poema en mi blog.
Se empeñan en soñar.
Quiero recuperar un escrito sobre este tema del año pasado, en mi otro blog.
Malos tiempos para soñar.

Gloria dijo...

Me siento realmente conmovida por tu calidez humana, por tu capacidad de narracion y de percepcion de la realidad del otro, haciendola tuya y reconociendo la unidad esencial que hay entre todos. Te mando un abrazo orgulloso.

Angeles dijo...

Excelente relato y excelente final abierto a nuestra conciencia.

¿Cómo puede ser ilegal un hombre por vivir en la tierra, que simplemente cambia de nombre según manda un mapa?

¿Cómo tanta crudesa en cada historia y tanta insensibilidad de unos cuantos?

Abrazos Muchos.

bajamar dijo...

La migración forzada por las malas condiciones de vida es en si ya algo dificil y complejo para quienes lo viven, la soledad, el desarraigo y todas esas cosas que acompañan esa búsqueda. Y si a eso se le agrega el espantoso estado de clandestinidad, de una vida prestada como con fecha de caducidad en el intento...debe ser terrible, es una lamentable experiencia que viven miles y miles de personas a diario...

Tu relato está lleno, como de costumbre, de imágenes, texturas, olores y colores, y por sobre todo de una realidad increiblemente palpable.

no pares de escribir

un abrazo Tanh

AiguaMel dijo...

Todos somos seres humanos,... pero si viniesen todos los de afuera, ¿dónde iríamos los de adentro?

ecasual dijo...

Excelente relato, descripción de realidades.

Anca Balaj dijo...

Buenas preguntas. Quedarán sin contestar porque quienes deberían hacerlo no pueden contestarte llanamente, claramente... se esconderían entre un aluvión de palabras incomprensibles... En fin. De todas formas, los ilegalizadores de personas deberían enfrentarse a tus preguntas.

Muy bueno

Anónimo dijo...

Sobre tu relato y para una persona como yo que comparte su vida con alguien que no es de "aqui", poco que decir...Solo queria hacer un breve comentario sobre lo que escribe Aiguamel: Afuera...adentro...¿de donde?

º*ºDulceº*º dijo...

Cuando leí tu post me acordé de algo que leí.....


""No me llames extranjero,
porque haya nacido lejos,
o porque tenga otro nombre
la tierra de donde vengo.

No me llames extranjero,
porque fue distinto el seno
o porque acunó mi infancia
otro idioma de los cuentos.

No me llames extranjero
si en el amor de una madre,
tuvimos la misma luz
en el canto y en el beso,
con que nos sueñan iguales
las madres contra su pecho.

No me llames extranjero,
ni pienses de dónde vengo,
mejor saber dónde vamos,
a dónde nos lleva el tiempo.

No me llames extranjero,
porque tu pan y tu fuego,
calman mi hambre y mi frío,
y me cobija tu techo.

No me llames extranjero,
tu trigo es como mi trigo,
tu mano como la mía,
tu fuego como mi fuego
y el hambre no avisa nunca,
vive cambiando de dueño.

No me llamas extranjero
porque me trajo un camino,
porque nací en otro pueblo,
porque conozco otros mares
y un día zarpé de otro puerto,
si siempre quedan iguales
en el adiós los pañuelos
y las pupilas borrosas
de los que dejamos lejos.
Los amigos que nos nombran
y son iguales los rezos
y el amor de la que sueña
con el día del regreso.

No me llames extranjero,
traemos el mismo grito,
el mismo cansancio viejo
que viene arrastrando el hombre
desde el fondo de los tiempos,
cuando no existían fronteras,
antes que vinieran ellos,
los que dividen y matan,
los que roban, los que mienten
los que venden nuestros sueños,
ellos son los que inventaron
esta palabra, extranjero.

No me llames extranjero
que es una palabra triste,
que es una palabra helada
huele a olvido y a destierro.

No me llames extranjero
mira tu niño y el mío
como corren de la mano
hasta el final del sendero.

No los llames extranjeros,
ellos no saben de idiomas
de límites ni banderas,
míralos se van al cielo
con una risa paloma
que los reúne en el vuelo.

No me llames extranjero,
piensa en tu hermano y el mío,
el cuerpo lleno de balas
besando de muerte el suelo.
Ellos, no eran extranjeros,
se conocían de siempre
por la libertad eterna
e igual de libres murieron.

No me llames extranjero,
mírame bien a los ojos,
mucho más allá del odio,
del egoísmo y del miedo,
y verás que soy un hombre,
no puedo ser extranjero.
No me llames extranjero.""

HOY NAVEGANDO EN INTERNET ENCONTRE ESTA PAGINA:

http://arte-sano.blogspot.com/2006/06/no-me-llames-extranjero.html

.....ESCUCHANDO LA CANCION SE ME VOLVIO A PONER UN NUDO EN LA GARGANTA.

SEGUIMOS LEYENDONOS!!!

MORGANA dijo...

Generosidad¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ y mucha comprensión.
Besos.

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Que sentido y que bien que viene tu escrito en esta España tan acomodada que nos está quedando.

Muchas gracias, necesitaba leer algo así.

Saludos.

Anónimo dijo...

Leyendo tu post he ido imaginando el viaje qu etan bien describes, el cruel viaje que los trae a una tierra más cruel si cabe.

Como siempre es un placer compartir tus letras que nos hacen reflexionar.

Un abrazo

Verena Sánchez Doering dijo...

escribes genial, la historia logra desde el comienzo hasta el final gustar
dejas reflexionando, me gusto mucho
gracias por tus saludos en el Blog de Freyja
el amor es generoso hasta el final
besitos y que estes muy bien
un abrazo


besos y sueños

Verena Sánchez Doering dijo...

gracias, desde el Blog de Freyja de nuevo
por tu animo y el abrazo
te dejo mi abrazo y que estes muy bien
besitos




besos y sueños

LaLy dijo...

Hola, gracias por tu visita.
Me gusta como escribes y me retiro pensando y reflexionando.

Saludos desde Buenos Aires

Jesús dijo...

Amigo: cada vez que entro por aquí es una gozada.Tus relatos y este en particular me enternece y me humedece un poco los ojos y no me importa reconocerlo. Lorar también es de hombres.
Gracias por tus visitas

@Intimä dijo...

Es muy tarde pero no podía dejar de leer tu relato, atrapas con tus letras desde el principio hasta el final.
Me voy a quedar con:
Como puede ser ilegal un sueño?
Yo tambien me lo pregunto.
No comprendo como puede haber personas que se ganan la vida con los sueños que tantas otras.
Depositan mil ilusiones en ese paraíso de ensueño que les venden y cuando llegan aqui se encuentran con la cruda realidad, claro digo los que llegan por que son tantos los que sus sueños se quedan enredados entre las olas, que parece que el resto del mundo se olvida de que además de la arena, nuestras playas estan saturadas de lágrimas de sueños que pudieron y nunca alcanzaron la orilla.
Es un placer leerte.

Ximena dijo...

Sigo quedando impresionada con tu capacidad narrativa... Parece que te colaras en la piel de "otros"... "Otros" cuya voz puede a veces tornarse tan inaudible o silenciada o deformada. Se agradece la sensibilidad y delicadeza con la que abres esta puerta...

un beso,

Ximena

Tanhäuser dijo...

Feri
Cuenta, cuenta, que me tienes intrigado.

marylohaan
Visité tu blog (cada día lo hago) y leí el poema. Ciertamente, no es época de Don Quijotes.

azul
Muchas gracias por tus palabras. Menos mal que no me conoces, así puedes decir que tengo calidez humana.
Ahora en serio, simplemente es cuestión de pensar en los que sufren.
Muchas gracias de nuevo y un abrazo muy fuerte.

perséfone.
¿Quién puso esas líneas? Nosotros no fuimos pero curiosamente estamos obligados a defenderlas. Paradojas absurdas.
un abrazo

bajamar
Hoooola. Gracias por visitarme de nuevo. Es un lujo tenerte en esta "mi casa".
Como bien apuntas, esa realidad la viven miles y miles de personas.
Un abrazo muy fuerte y nos leemos, OK?

eddy
Gracias por tu visita.
Un saludo

aiguamel
Eso mismo podían habernos preguntado los franceses, suizos, alemanes, argentinos, mexicanos, británicos, chilenos, y gentes de tantos lugares que nos acogieron a los españoles cuando no teníamos nada.
Es paradójico pero resulta que sin la inmigración el crecimiento económico español pasaría de ser el más alto de Europa al peor de todos.
Ya por último, nosotros que vivimos en Catalunya, sabemos que la población inmigrante que llegó masivamente desde otras zonas de España ha conseguido hacer de este país el lugar próspero que es ahora y esto se lo debemos a su esfuerzo y sus ganas de construirsse u futuro mejor.
Un saludo

la hormiguita
Gracias por tus palabras y por tu visita.

aminuscula
A mí siempre me ha sorprendido el término "ilegal". ¿Tiene sentido decir que una persona es ilegal? Puede ser buena, mala, alta, baja, pero, ¿ilegal?
Tus minúsculas seguro que han debido pasar por situaciones parecidas.
un abrazo

javi
Touché. Esa es la pregunta correcta que hay que hacerse.
Gracias por tu visita y suerte con ese "alguien" que no es de "aquí". Déjame que te diga que para muchos de nosotros es tan de aquí como tú o como yo.
Un abrazo, amigo.

Tanhäuser dijo...

dulce
Siempre añadiendo el punto justo de forma magistral. Escuché la canción y me emocioné.
Gracias por este apunte tan adecuado.
un saludo enorme.

morgana
Las leyes, me temo, no son generosas para estas personas.
un abrazo

goathemala
Esta España que se olvida que fue miserable hace dos días y que ahora osa mirar por encima del hombro a aquelos que nos ayudaron cuando los necesitamos.
Un abrazo, amigo mío.

trini
Lo malo es que demasiados se quedan en el camino. Hombres jóvenes cargados de ilusión y que sólo piden una oportunidad.
Un placer leerte.

freyja
me alegro que te gustara. Tan solo he pretendido hacer reflexionar sobre un fenómeno que me preocupa mucho que es el de la xenofobia.
un saludo muy grande.

flores de alquiler
Gracias por tu visita. Nos seguimos leyendo, ¿de acuerdo?

jesús
Leerte a ti sí que es un regalo para el alma y para la conciencia.
Un abrazo enorme, amigo.

darilea
Precioso comentario. Lamento que te hayas ido a dormir más tarde por mi culpa pero me alegro que me dedicases unos minutos a escribir un apunte tan adecuado y tan bello.
Gracias y un abrazo.

ximena
Es fácil pensar en los que sufren. Lo difícil es aliviar su sufrimiento.
Gracias por esas palabras tan bonitas, gracias por tu visita y recibe un abrazo enorme.

MORGANA dijo...

Si, he visto la viñeta, como siempre Forges un genio.
Deseo de todo corazón que esta barbarie, junto a tantas más termine.
No dejo de luchar ni lo haré, y mi voz, mi corazón y mi alma seguira ayudando en la medida que puedo.
Es por lo que animo a todo el mundo
que se haga socio de Amnistia Internacional, un socio más una injusticia menos, ( ya se, ya se,
soy una ilusa, pero en eso estamos)
Muchos besos de todo corazón.

Anónimo dijo...

Gracias por tu visita. He leído este relato y los comentarios, especialmente el del "no me llames extranjero" y he quedado muda, no por novedoso, sino porque lo he pensado así tantas veces pero sin tener las palabras tan justas para expresarlo.

Felicitaciones y larga vida a tu sitio.

Acus dijo...

Una realidad constante, indefinida, carente de sentido y muy sentida por quienes lo sufren. Nuestra piel es la primera aduana que hay que derrumbar para permitir el paso libre del respeto entre los seres humanos. Debemos permeabilizar nuestra mente ante la lluvia cultural que constantemente cae y choca contra la roca desnuda de nuestra ignorancia y nuestro desprecio. Por no hacer nada, se puede perder todo.
P.D: Una narrativa espléndida y altamente reflexiva. Un saludo Tanhäuser.

TICTAC dijo...

Que mal balanceadas estan las necesidades en este mundo, que tristes historias,cuantas mas ignoramos, y que poco hacemos...Cruzar fronteras es arrancarse las raices es perder el pasado, temerle al futuro..recorrer caminos inciertos, desconocidos..con solo la esperanza en las manos.
No podias haberlo expresado mejor.

Un abrazo Tanhäuser!

Tanhäuser dijo...

morgana
Me alegro que te gustara la viñeta de Forges. Lo de Guantánamo no tiene nombre (bueno, sí lo tiene pero mejor que no lo digamos por si hay niños).

café cortado
Gracias por tu visita. Coincido contigo que el comentario de Dulce recordándonos la canción de Cortés es más que adecuado.
Un saludo.

peca
Completamente de acuerdo. Nadie abandona su casa ni su familia jugándose la vida, por gusto. SI se llega a tomar esaa decisión es que la desesperación es total.
Saludos y ¿cómo va el nuevo peinado?

acus
Pues es verdad. No se trata sólo de abrir fronteras entre países sino de hacerlo también entre personas. Que aceptemos con agrado las diferencias culturales entre nosotros y que eso nos enriquezca a todos.
Muchísimas gracias por visitarme. Sabes que me tienes entre tus incondicionales.

tictac
Qué reflexión tan hermosa y cuánta verdad albergan tus palabras.
Un saludo enorme y muchísimas gracias por visitarme.

rafico dijo...

Todas las personas somos iguales?
La respuesta obvia sería, SI; pero surgen acepciones, si todos somos iguales, por qué tenemos preferencia por nuestros familiares, por nuestros amigos, o por los de nuestro gremio, si somos iguales, porqué tengo preferencia por mi persona y no por el otro?.
Buena crónica...
Cordial saludo.

SÓLO EL AMOR ES REAL dijo...

bellas tus letras...

Abrazos,

Isaac

MentesSueltas dijo...

Contundente, letras directas al mentón y el corazón... hermoso momento leyendote.

Dejo un abrazo

MentesSueltas

Recursos para tu blog - Ferip - dijo...

Hola!!!!!!!
y perdón...ha sido una semana complicada.

Te vengo a saludar con "media pila" de internet....Se me cortaaaaa!!!
Besos, Ferip

Tanhäuser dijo...

peca
Venga hombre, que ya verás como te acostumbras a tu nuevo "look" (opps, perdón, acabo de utilizar un anglicismo.)

rafico.
Es obvio que la gente de mi entorno es la que me importa más pero eso no quita en absoluto que nos preocupen los demñas y sobre todo si estos otros son los débiles y los más desfavorecidos.
un saludo

yoymimismo
Gracias por tus palabras y por tu visita. Espero que vuelvas, amigo.
Un saludo.

mentessueltas
Acojo tu abrazo y te envío uno más grande. Gracias por tus palabras y por leerme.

ferípula
Esas pilas, ¡hay que reponerlas!
Hasta pronto mi maestra amiga.

Solo Palabras... dijo...

Estimado amigo, disculpá el atrevimiento, pero considero mis amigos a quienes se indignan ante la injusticia y lo manifiestan de alguna manera.
Como nieto de españoles me avergüenzo y lo he hecho muchas veces de la política de inmigración de la tierrra de mis viejos. Hoy lo hago de manera tranquila y pausada, años atrás con mayor virulencia.
Mi bisabuela, Concepción, llegó al país allá por el final de la década del 20 huyendo del hambre y la muerte. Ella y sus hijos (mi abuela y mis tíoabuelos eran republicanos) y muchas veces me he pregunatdo que pensarían la abuela cConcepción; mi abuela Nieves; el Tocho, mi tíoabuelo más querido de esta triste realidad.
Por suerte para España no está todo perdido. Mientras haya en su seno hombres como vos que se indigna ante la falta memoriano todo estará perdido.
Mi padre, que ya hace años ha muerto, hablaba siempre de los barcos y barcos de trigo que Perón mandaba a Franco y yo le decía que con ese trigo había sostenido al asesino en el poder; mi padre, hombre bueno, me decía que con ese trigo se había dado de comer a personas con hambre.
Me he preguntado muchas veces que pensaría mi querido viejo de la ley de extranjería.
Amigo, te dejo un abrazo y la invitación a seguir levantando la voz, porque esa voz, aunque a veces suene sola preña a muchos silencios de conciencia

Tanhäuser dijo...

palabras.
Ante todo muchísimas gracias por tu visita y por tu paciencia al leer el relato.
En España, de golpe, hemos perdido la memoria. Aquí parece que siempre hemos tenido un cierto grado de bienestar, que la economía siempre ha sido estable, que siempre ha habido prestaciones sociales, que siempre ha habido libertad,... La gente no se da cuenta que, de hecho, la situación que vivimos ahora es completamente excepcional y que no hace casi nada, cientos de miles de españoles tuvieron que o bien exiliarse por motivos políticos o bien emigrar para buscar en otros países las oportunidades que negaba el nuestro.
Me indigna la actitud de "nuevo rico" de muchos de nosotros, la prepotencia ante los que vienen de fuera. Es más, según se ha publicado, el crecimiento económico español es positivo gracias a la riqueza que crea la mano de obra extranjera que trabaja aquí. Si no fuese por estas personas, nuestro crecimiento pasaría de ser el más alto de Europa a ser negativo.
Aun así, creo que el argumento correcto no es el que te acabo de hacer, es decir, no quiero que vengan inmigrantes porque así seré más rico sino quiero que vengan inmigrantes para que tengan la misma oportunidad que he tenido yo.
me consuela saber, en cualquier caso, que no soy el único español que piensa así. Que muchos de nosotros estamos a favor de que las personas que vengan de fuera tengan las prestaciones que les corresponda (no por ley, sino por dignidad humana).
Un gran abrazo.

Le Mosquito dijo...

Espero no parecerte un troll (jis jis). Ayer entré por primera vez en tu espacio. Leí la primera entrada. Hoy he leído otras tres. Enganchas, sin apretar:)
Por hoy, no abuso más de tu tiempo y paciencia. Una vez más, esta entrada me recordó (salvando muchas distancias y asombrado por tu talento y sensibilidad) a una que puedes leer, si gustas, en éste PARAÍSOS ficticio, pero visto y vivido personalmente.
Muchas gracias.

Tanhäuser dijo...

Ha pasado tiempo desde que escribiste este comentario. Lamento contestar tan tarde y ahora mismo me voy a leer lo que me recomiendas en él.
Gracias, amigo.

MORGANA dijo...

Las medidas que se toman, me parece de todo, menos humanas.
Cuánta hipocresia, no puedo, me siento indignada al oir hablar a la gente, la forma en la que son tratados, "los ilegales", critican a Zapatero, culpandole, según algunos fascistas "él esta promoviendo la emigración", no me puedo creer que tengan tan poca verguenza.
Vamos a ver, los emigrantes existen, qué pasa que hasta ahora eran invisibles?
Cuántas mujeres hay desempeñando trabajo en los hogares de los que critican a Zapatero?
Cuántos hombres hay trabajando en las empresas de construcción, dueños y amigos de cierto partido politico.
Lo que sucede que si no tienen papeles, no tienen derechos y se le paga una mierda.
Sinceramente me parece una forma de esclavitud.
A todas estas personas que se quejan de "los sin papeles", me gustaria verlos, solos, en un pais cuya lengua no entienden, sin dinero, sin ayuda....
Sabrán el significado de "generosidad"?
Deseo un mundo sin fronteras, cuya moneda de cambio sea la bondad, el amor, la honestidad, para poder sembrar paz hay que empezar poniendo cada uno un granito.
Muchos besos y que tengas un hermoso dia otoñal.

Tanhäuser dijo...

Veinte corazones más como el tuyo, en el mundo, y te aseguro que las cosas serían muy diferentes.
Besos para ti también.

 

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