21 febrero 2007

El síndrome de Koro

Cuando recibí el testigo del meme del artículo anterior me pregunté qué es lo que le mueve a uno a seguir la cadena que le han propuesto. Supongo que debe haber varias razones y que dependen de cada caso. No sé, por educación, por deferencia, porque agradan las preguntas que se hacen, por cierto afán exhibicionista, porque uno no tiene ni idea de qué escribir en el próximo post y así ya te solucionan la papeleta, etc.
El caso es que visitando a mi amigo El Churruán aprendí que si no sigues la cadena (cito textualmente) “...te caerán 10 años de fealdad, te robarán un riñón en un motel de mala muerte...” y cosas similares. Seguro que a todos nos ha llegado alguna vez una misiva de esas en las que “amablemente” te informan que por romper una cadena a fulanito le saltó el esmalte de una uña, a menganito le llegó con recargo la factura de la luz y a la abuela de zutanito se le quemaron las croquetas.
Cuando leía a mi amigo, además de reírme un rato, empecé a pensar en desgracias que le pueden ocurrir a aquel que ose romper un meme. Me vino a la mente como uno de los peores males que te pueden sobrevenir, algo que leí una vez no sé dónde. Una enfermedad poco conocida pero con un nombre que, de entrada, acongoja: el síndrome de Koro. Sí, ya sé que suena a síndrome propio de un cómic manga, pero parece ser que es una enfermedad real.

No tengo en casa ningún libro de Medicina por lo que he recurrido a la red para asegurarme de que aquello que a mí me sonaba tenía algún fundamento científico. El caso es que he encontrado una página donde se dan todo tipo de detalles y aquí os la reproduzco. Aviso al personal masculino que esta noche ya no dormirá tranquilo. Bueno, ni ésta ni ninguna más.

“...Más conocido es el Koro, un síndrome en el que el paciente tiene la convicción de que su pene (elemento yin, vital) se va encogiendo hasta desaparecer dentro de su abdomen,...
Acojona, ¿eh?.
Que digo yo, un korópata de estos ya no mojará la taza del váter pero pondrá las paredes como para apoyarse en ellas. Ahora entiendo por qué están así los lavabos públicos de las estaciones. Yo antes lo atribuía a la pésima puntería del miccionante pero resulta que todo es culpa del Koro éste.

“...lo que se acompaña de una enorme angustia...”
No, si te parece lo celebrará con cava e invitará al vecindario. Si es que estos médicos también... Tienen la gracia donde yo me sé.

“... y del temor a que el proceso de retracción culmine en la muerte...”
En la muerte no sé, pero seguro que no vuelves a jugar, en tu vida, un partido de fútbol con los amigos por miedo al qué dirán en la ducha. Que luego la gente es muy criticona.

“...Se considera que el koro es un trastorno psicógeno ligado a factores cultura­les,...”
Si en este país se leía poco, a partir de ahora va a leer su padre. Tanta cultura, tanta cultura, para qué, ¿para que te la confundas con un brote de acné?

“... puesto que es endémico en zonas del sudeste asiático...”
Uff, menos mal. Viva España.

“...en las que está firmemente arraigada la creencia taoísta en la actividad de los humores Yin y Yan en los seres hu­manos...”
El yin nos lo han definido antes, pero ¿qué debe ser el yan? No quiero ni pensarlo. Ya puestos a ponerle nombres raros a los atributos humanos, en lugar de yin y yan podrían ponerles nombres más graciosos o al menos más conocidos, no sé, Mortadelo y Filemón o Astérix y Obélix.

“...El fenómeno reviste el especial interés de su contagiosidad,...”
¡Aquí nos han matado! ¡Es contagioso! Ya veo a los pobres vietnamitas que quieran entrar en Europa con los pantalones por los suelos y un guardia civil apuntando en el pasaporte el calibre de cada uno. Cómo se va a poner la Ley de Extranjería.

“...demostrada por las epidemias de Koro recogidas en la literatura...”
Lo dicho, en este país no van a leer ni los académicos. Que por cierto, es que hay gente para todo. Pero quién narices se dedica a recoger para la literatura epidemias de Koro, ¿pero no han dicho que es contagioso? También son ganas de arriesgarse.

“...Y parece que incluso puede extenderse a otras culturas y entornos geográficos, como lo sugieren los casos que poco a poco se van describiendo en otras zonas del mundo, muy distantes del sudeste asiático...”
Pase lo del rollito primavera con salsa agridulce, pase lo de la proliferación de los bazares “El Dragón Rojo”, pase lo de la gripe aviar puesto que de algo hay que morirse, pero lo del Koro. Eso ya es tener mala leche. ¿Les exportamos nosotros a Isabel Pantoja?, o lo que es peor, ¿a Paquirrín?.

Amigos, y me refiero a los hombres, ya lo sabéis. Si recibís un meme apresuraos en contestar. Quizá la vida no os vaya en ello, pero ya son ganas de tener que cambiar de marca de ropa interior.

17 febrero 2007

Mi primer meme

Nunca había participado en una de estas cadenas diabólicas que llaman "memes". Recordad que para mí el mundo bloguero todavía es nuevo y por tanto, todo me sorprende. Reconozco que me comporto como si fuera un turista japonés miope, que soltamos sin mapa, en plenas Ramblas de Barcelona, el día de Sant Jordi.
Ya había visto memes en algunos blogs. Los hay especialmente terribles y ante los cuales un servidor tan solo sabría responder "Pasapalabra". Otros son especialmente incisivos con la vida personal de cada uno y esos son los peores porque ante preguntas como "¿Has aparcado alguna vez en doble fila?" todo el mundo contesta que no, de lo cual uno debería deducir que los mamones que no nos dejan sacar el coche, cuando nos vamos a trabajar por la mañana, no escriben en los blogs. Quién sabe.
Hoy me estreno. El más que brillante don-aire me ha disparado con el siguiente cuestionario.

¿Qué cosas tiene España que te animarían a irte a vivir a otro país si tuvieras la oportunidad?
¿Qué te resulta insoportable en la sociedad / sistema económico / política / cotidianidad española?
¿De qué huirías de la cultura de este país?
En resumen, tres razones que te animarían a irte de España de tener la oportunidad”.

Bueno, pues vamos allá.
1.- Quiero vivir en un país donde las ciudades estén hechas para las personas y no para los coches. Un lugar donde caminar por la acera sea posible sin que algún "Sólo es un minuto" te obligue a bajarte de ella para acabar pidiéndole al bebé de siete meses que llevabas en el cochecito que te ayude a recoger las naranjas que se te han caído al tropezarte con el bordillo mientras esquivabas a la furgoneta que se te venía encima mientras su conductor, a grito pelado, se defecaba en todo tu árbol genealógico.
2.- Quiero vivir en un país donde una mujer tenga el mismo salario que un hombre si hace el mismo trabajo que éste, donde su valía no se mida según la longitud de su falda, donde no tenga que pedir perdón por ser madre, donde los hombres sepan que las planchas no funcionan solas, que conviene enchufarlas y que la ropa está limpia no porque la suciedad se haya ido de copas.

3.- Me gustaría vivir en un país donde la gente no crea que tiene más razón porque grita más, donde los decibelios de las conversaciones sean los apropiados, donde tengamos derecho a no saber qué llevaba puesto el hijo de la señora que viaja cuatro asientos más allá en el tren, mientras se lo comenta a su amiga Mari Pili y donde la primera vez que entiendes lo que significa la palabra "silencio", no sea precisamente el día que te has muerto.

Espero, eso sí, que donde vaya hagan la tortilla de patatas como aquí. En caso contrario no sé que será de mí.

Traspaso la cadena, o dicho de otra forma, le hago el correspondiente tocamiento testicular a este trío de gamberretes.
El churruán, por cotilla y mirón, a Ruth, porque a quien ha batallado en según que escuelas norteamericanas y españolas no hay meme que se le resista y a apesardemi porque lo de los pantys masculinos no tuvo precio.

13 febrero 2007

Martes y trece

Dice el refrán, Martes y trece, ni te cases ni te embarques.

Yo creo que no hay espejo roto en el que no me haya mirado, escalera por debajo de la cual no haya pasado, carta astral que no haya enviado sin sello, gato negro que no haya acariciado, tarot con el que no haya jugado al siete y medio, caca de perro que no haya pisado… De acuerdo, esto último, en mi pueblo, no tiene mérito, porque tal y como están las calles, lo difícil es no pisarlas.

Incluso una vez que tenía que resolver unos ejercicios de Física para el colegio, me construí una ouija con las fichas del Scrabble, a ver si podía contactar con Einstein para que me los resolviera él. Debía estar muy ocupado en el espacio-tiempo donde se encuentra ahora, porque lo que es a mí no me hizo ni caso. A lo mejor lo que pasó es que me habló en alemán y no me enteré. No sé si existen diccionarios castellano-ouija, ouija-castellano. Buscaré en Google.

Me encanta provocar a las fuerzas oscuras, pero la deben tener tomada conmigo porque oye, ni un mal de ojo, ni un triste sarpullido, nada de nada. Que el horóscopo chino, vietnamita o marciano dice que los cáncer tendremos problemas con la espalda, pues decido cambiar un armario de habitación, a ver si me deslomo. Como mucho acabo con un hambre que me muero y con agujetas en los brazos, pero lo que es la espalda, como si no hubiera hecho nada. Que me dice que tendré problemas con mi mujer, pues me dedico a mezclar en la lavadora la ropa blanca con la de color (esta estrategia es infalible). Tampoco funciona. Encima ella me da las gracias porque así no se nota la mancha de Cola Cao en aquella sábana de la niña (la próxima vez no echaré suavizante, a ver si así...). Es que no hay manera. Para mí que mis padres me engañaron con la fecha de mi nacimiento y en lugar de en Julio, nací en Diciembre. ¡Mira!, como el niño Jesús. De esta forma, al decirme que mi cumple coincidía con las vacaciones, se ahorraban una pasta al no poder invitar a mis amigos a mi fiesta. Ojala este año me confiesen la verdad.

Me gustaría ser como un amigo mío, un poco gafe él, que independientemente del día tiene un poco de mala suerte. Un día fue al dentista a hacerse un empaste y salió operado de fimosis. Y encima le dijeron que era un error sin importancia. Hay que ver cómo está la sanidad últimamente. No quiero ni pensar a qué le olerá el aliento ni lo que querrá decir realmente cuando dice que está que muerde.

Hoy es martes y trece. Qué alegría, otra oportunidad de ver si realmente estos seres malignos se ceban conmigo de una vez. Lo de casarme hoy lo veo difícil. A estas horas y con lo lentos que son los funcionarios de mi pueblo, ya no me da tiempo a divorciarme y volver a contraer matrimonio, pero lo de embarcarse habría que probarlo. Esta mañana quería llenar la bañera y navegar con la pequeña tabla de surf de Buggs Bunny que tienen mis hijas. Pero nada, enseguida ha llegado mi mujer y me ha dicho que ni se me ocurra desperdiciar agua, que hay escasez y no es cuestión de malgastar un bien tan preciado. Quién me mandaría casarme con una ecologista. Y encima un día 20.

11 febrero 2007

Carta abierta al amigo de mi troll

Ante todo quiero pedir disculpas por el texto que ahora publico. Me tengo por una persona pacífica a la que no le gusta polemizar con nadie. Este no es mi estilo, en absoluto, pero me enorgullezco de poseer un apéndice nasal considerable, el cual, al ser tocado de manera insistente provoca en mí reacciones no deseables. Perdonadme, por favor.

Estimado señor Triste Romeo.
Reconozco que me he sorprendido al ver su comentario en el post anterior. He dudado si eliminarlo o dejarlo a la vista de todo el mundo para su escarnio público y mire qué cosas, he elegido la segunda opción. Acto seguido me he dado el gusto de responderle, pero teniendo en cuenta que le obligaría a contar hasta dieciocho, sin calculadora, he creído mejor para el bien de su funcionamiento neuronal, dejárselo escrito a la vista de todos. Me ha pillado generoso hoy.

En primer lugar me gustaría agradecerle que, en lo sucesivo, utilizase otro espacio para depositar sus residuos biliares. Es que luego se pone todo perdido y es un fastidio andar con la fregona de un lado para otro. Lo comprende usted, ¿verdad? Estamos en tiempos de sequía y no es cuestión de ir malgastando recursos.

Le doy las gracias por sus amables consejos. Como verá a continuación son del todo innecesarios por lo que no quisiera causarle una pérdida de tiempo. Seguro que el cultivo de su misoginia o su intolerancia le requerirán toda la atención del mundo. Yo, en cuestión de consejos, me quedo con los de mi madre. De momento, no me ha ido mal del todo haciendo lo que ella me ha recomendado. Es que mi madre es de las que ya no quedan.

De todas formas, y como cobro modesto a esta publicidad que se está haciendo a costa mía, permítame que le diga, aun a riesgo de parecerle un tanto prepotente, que se está equivocando de adversario. Menudo día lleva usted. La próxima vez infórmese un poco antes de exponerse a que algún “rojillo” le pueda vapulear. No es que un servidor de usted tenga el ego por las nubes, más bien al contrario, pero entienda que le faltan a usted unos cuantos yogures (no se los tome desnatados, que no alimentan tanto) y un poquito de información para que podamos establecer un debate con un mínimo de emoción. Le recomiendo que coja su estuche de Pokemon (a lo mejor el suyo es de los Teletubbies) con los doce plastidecor de colorines, la goma, el lápiz y el sacapuntas y atienda más en clase. Que luego nos creemos que podemos ir por ahí con cuatro reglas mal aprendidas. A ver si nos aplicamos más.

Dicho esto, pasemos a contestar su “amable” “escrito”. Vamos por partes, ¿le parece bien?

1.- Las misas me las sé hasta en latín medieval. Ya ve, yo de niño era un poco empollón. A pesar de ser de Ciencias todavía recuerdo aquello del “quis, quae, quod...” Si quiere, un día que los dos tengamos tiempo se lo puedo demostrar. Incluso una misa cantada si le apetece (que la música sea de Mozart, por favor). El Kyrie de la Gran Misa en do menor (K. 427) es espléndido.

2.- Sé lo que es una iglesia, un convento, un monasterio, una catedral, una ermita, una capilla, una sacristía, un templo expiatorio... También sé lo que es una mezquita o una sinagoga. Es que aquí donde me ve, aunque parezca poca cosa, tengo mucho mundo. ¿Sabe usted lo que es una biblioteca? ¿y un museo?

3.- Vamos a lo de las fiestas. Mire, el primero de Mayo, le explico a mis hijas por qué los trabajadores celebran ese día y por Navidad me pongo ciego de turrón. ¿Qué le parece? Se me olvidaba, el día del cumpleaños de mis hijas, cenamos fuera de casa, vamos al cine y el sábado siguiente al parque de atracciones. Si es que en cuestión de fiestas uno es un profesional.

4.- Del pequeño “affaire” que tuvo usted con morgana estuve puntualmente informado en todo momento. Lamento comunicarle que su metedura de pata es de tal calibre que acaban de decirme que en Nueva Zelanda han encontrado el cordón de su zapatilla. Espero que como mínimo se haya lavado los pies y se haya cortado las uñas, no es cuestión de ir causando conflictos internacionales por ahí. Ya que cita tan desagradable incidente, déjeme que le diga (y no se ofenda, hay que saber perder) que el repaso que le dio mi amiga la hechicera fue para enmarcarlo. Yo estoy por hacer postales y repartirlas entre mis amigos. No se preocupe, ya le pasaré la comisión correspondiente. Al fin y al cabo sin su incompetente colaboración hubiese sido imposible asistir a semejante baño.

5.- A lo que usted llama “censura” es a lo que las personas civilizadas llamamos higiene. Ya ve lo que da de sí el diccionario. Comprenda que hay lugares donde los insultos no están bien vistos y donde la agresión verbal no racional no tiene por qué ser tolerada.

6.- Por las razones dadas en los puntos anteriores considero, y seguro que usted también, que lo del ridículo, pues como que va a ser que no.

7.- No tengo el placer de conocer muy bien, como erróneamente afirma usted, a ese señor de tan pintoresco nombre. Tuve la desgracia que en un cierto momento se introdujo en mi espacio, sin venir a cuento, con intenciones no demasiado cordiales. Comprenda que esto no es Lourdes, que esto es Barcelona. Aquí no hacemos milagros. El “pa amb tomàquet” lo bordamos pero lo de aguantar sandeces no se nos da nada bien. No sufra, que le tratamos bien y le dimos de comer. Siguiendo el consejo de mis amigos, he borrado sus últimos comentarios. ¿Sabe qué me pasa? Que no me gusta que en mi blog se atribuya indiscriminadamente el oficio de meretriz a las madres de las personas (manías que tiene uno). Seguro que habrá entendido, como confío que usted también hará, que un servidor tiene cosas más importantes y edificantes que hacer que atender a las demandas de tan desocupado y rancio personal.

8.- Por lo que respecta a la calidad de su blog, no soy quien para juzgarla. A mí, personalmente no me gusta, pero eso, obviamente, no dice nada a favor ni en contra de ella. A título personal le diré que en mi modestísima opinión cuando el autor de un artículo confiesa públicamente que en lugar de escribir, “escupe”, pues no sé, uno sospecha que dicho autor como mucho puede aspirar a ser articulista de “El Alcázar” o a locutor de la COPE, pero a escritor medianamente inteligente me temo que no. Ya puestos también le diré que no me parecen nada apropiados los artículos en los que ridiculiza a las mujeres, ¿a usted sí? Se me antojan de muy mal gusto y poco respetuosos. Vamos, lo que vulgarmente se conoce como tener la gracia en el culo (disculpe esta licencia poética). Verá, es que aunque no se lo crea existimos algunos hombres que consideramos que las mujeres son iguales que nosotros (más guapas, eso sí). Ignoro si usted tiene pareja y si ésta, caso de existir, es femenina o masculina. Hágame caso y cambie de táctica. Así no se va a comer usted ni un rosco (gratis me refiero).

9.- Siguiendo los consejos que tan amablemente se me dieron en mi post anterior, con usted procederé de manera análoga a como he hecho con su camarada y por tanto eliminaré todos sus comentarios. Como podrá comprobar las personas que visitan este blog utilizan un lenguaje correctísimo y muy educado. Comprenda que es mi obligación procurar que dichas personas no se vean molestadas por semejantes derroches de vulgaridad. Al fin y al cabo ya tiene usted su blog para “escupir” lo que le venga en gana. Que por cierto, estoy intrigado. Si usted en lugar de escribir, escupe, tal y como confiesa, ¿no tiene una halitosis de caballo? A ver si va a ser eso lo que le pasa y de ahí le viene tanta mala uva. Mire que tengo entendido que la halitosis, las hemorroides y las misoginias crónicas son de lo peorcito que hay. Yo de usted iría al médico.

Venga y ahora tómese la medicación y salga a darle de comer a las palomas. Lo veo muy tenso. Recuerde llevarse la bolsita de plástico para recoger las heces que deposite en la calle, póngase el bozal y no asuste a los niños. Las mascotas pueden ser muy simpáticas pero a veces hacen de las suyas.

Que usted lo pase bien, señor. Dé recuerdos de mi parte.

* Mario, me he tomado la libertad de cogerte prestada la imagen. Espero que no te moleste. Gracias.

09 febrero 2007

Regresé

Me he ganado el cielo. Aunque sea bastante difícil creérselo, he estado trabajando estos días en Tenerife (ésa es la razón por la que últimamente no he actualizado el blog). Imaginaos lo duro que es eso. A una persona como yo, que vive en una zona bastante industrializada, con mucho tráfico y con un clima un poco desagradable, le resulta titánico el esfuerzo que tiene que hacer para poderse concentrar en un paraíso como ése, con esos paisajes, ese clima y esa gente tan hospitalaria.
Me encanta ir a las Islas Canarias. Creo que es el lugar más bonito del mundo, pero es que además tengo unos amigos fantásticos allí. Son ese tipo de personas que sin entender el porqué tienes la sensación de conocerlos de toda la vida y sin saber cómo, me hacen sentir como en casa.
A pesar de todo, ha sido duro no poder contestar a las personas que tan amablemente me han escrito ni poder comprobar el estado de ánimo del insólito visitante del cual hablé en el artículo anterior. Me parece que está dormido. Ssshhhh, no hagáis ruido, que no se despierte.
 

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